Acciones caen por la incertidumbre en las elecciones de Estados Unidos. Las acciones globales pierden precio y se liquidan, ¿tendrá algo que ver el efecto Trump?
Días atrás el candidato republicano prácticamente nominado para las próximas elecciones de EE.UU., Donald Trump, hizo algunas declaraciones que embarraron la cancha financiera. Dijo concretamente que analizaría la “recompra y refinanciación (descuento en buen romance) de la deuda soberana estadounidense a menores tasas de interés de largo plazo”.
Acotó luego, repetidamente, que “no estaba proponiendo la renegociación de los bonos existentes”. Pero nadie le había hecho esa pregunta hasta ese momento, es decir que vale aquí el dicho “no aclare que oscurece”.
Trump dijo que analizaría la “recompra y refinanciación de la deuda de EE.UU.”
Y si bien son pocos aun los que relacionan semejante ponencia, impensable años atrás en la capital delas finanzas, las Bolsas suman 2 más 2, junto a otros factores críticos y, como resultado, se observa la mayor caída de precios y ventas de acciones de los últimos tiempos.
De esa forma los fondos de renta variable estadounidenses sufren actualmente sus mayores salidas de dinero desde el año 2015 y los inversores se vuelcan al efectivo, oro e, insólitamente o no tanto, a bonos del propio Tesoro estadounidense como en otros momento percibidos como dificultosos.
En resumen los portafolios de acciones en EE.UU. sufrieron salidas por 60.000 millones de dólares de acuerdo a lo informado por los consultores de Lipper Inc., una subsidiaria de Thompson Reuters.
Los inversores descartan suba de tasas
de la FED y se vuelcan al efectivo y al oro
Y los fondos globales van por camino parecido ya que se encuentran en su peor baja de las últimas semanas, casi 3%, y lo mismo sucedió en Japón y Europa ya que, por ejemplo los inversores alemanes en acciones retiraron cerca de 4.000 millones de dólares durante los últimos cuatro meses.
Por cierto que todo estos movimientos defensivos tienen que ver también con la situación en Grecia y la nueva refinanciación de su deuda.
Y a todo ello se suma la debilidad del euro frente al dólar, dudas sobre la fortaleza de la economía alemana, y la incertidumbre ante el próximo referéndum en Inglaterra donde se decide la permanencia de ese país en la Union Europea.
Por todo este panorama se despierta temor incluso entre los inversores de bonos High Yield (o basura en términos más duros) que venden grandes volúmenes de esos activos con el fin de achicar sus riesgos.
Tal es así que el fondo global de mayor tamaño en esa clase de títulos pierde 2.300 millonesde dólares en apenas cuatro días de mercado.
A esta altura va de suyo que, conviene preguntarse, porque la deuda argentina, a contra mano de lo anterior, recibe tantas ofertas de compra. Y la respuesta es que los inversores, al disminuir sus riesgos, se quedan con los activos que prometen mayor tasa de interés.
También es cierto que algunos analistas atribuyen semejante estampida, antes que a una sensación de temor, al accionar de algunos pocos y grandes jugadores que deciden tomar ganancias después que los bonos High Yield (basura) subieran casi 12 % desde el mes de enero.
Puede ser que exista una toma de ganancias. Pero que hay ventas en volúmenes desacostumbrados de activos riesgos, las hay.
Por suerte las brujas no existen.