LA MEJOR OPCIÓN ES ENTRAR AL CANJE Y TOMAR BONAR 24

por Gabriel Holand

La noticia le cayó en forma inesperada al mercado.

Y la trajo el ministro Kiciloff al anunciar que los inversores que posean en sus portafolios Boden 2015 (RO 15) podrán canjearlos por dólares contantes y sonantes la semana entrante si deciden venderlos precios de mercado. Es decir unos USS97 por cada USS 100 nominales más los intereses corridos.

O, en cambio, quienes lo deseen podrán canjear sus Boden por los BONAR 24, título que se utilizó para pagar a la empresa española Repsol el 51% de las acciones de YPF recompradas por el estado argentino.

Además el gobierno anunció que saldrá al mercado a ofrecer una nueva emisión de ese último título por USS 3.000 millones con el fin de evitar el uso de reservas del BCRA para pagar a los titulares de RO15 que optaren por cobrarlos en vez de canjearlos.

Entonces, luego de explicar la noticia conviene anotar la primera reflexión. La decisión oficial de política financiera resultó acertada porque, más allá del resultado final que obtenga la convocatoria, el gobierno inició un camino para regenerar confianza y credibilidad en los mercados, que constituyen dos motores centrales para pensar en una mejora económica y acceso a los mercados de capitales globales.

Además despejó algunas dudas acerca de si pagaría o no el Boden 2015 en cash, dado el nivel límite de las reservas del BCRA, o intentaría refinanciar el vencimiento en forma cuasi forzosa. Y optó por ofrecer el pago en efectivo a los acreedores.

Por otra parte el gobierno compró barato, concepto que mejora la buena decisión, porque se lanzó a recapturar uno de los títulos públicos- Boden XV- que menos crecieron en valor durante los últimos doce meses pero que, por otro lado, resultan muy caros al estado ya que tienen un rendimiento cercano al 11%, mientras el Bonar XXIV ofrecido en canje promete una renta del 9,75% lo cual representa un ahorro financiero para el fisco mayor a 1% anual.

Las claves para el inversor

Quien escribe esta columna piensa que este canje voluntario es una iniciativa superadora, porque tiene buena ingeniería financiera, astucia por el momento que se ofrece y da imagen de fortaleza financiera en momentos previos a la negociación- o no- con los fondos Buitre.

Por otro lado esta señal de voluntad y capacidad de pago del país puede jugar a favor de la vigorización de los precios para toda la deuda argentina.

Y más aún si se piensa que, en vez de pagar con reservas, Kiciloff sacó pecho y propuso emitir nueva deuda.

Por tanto en ese entorno resultará positivo salir de deuda corta- ej. Boden 2015- y pasarse a vencimiento más largos con la expectativa de alzas en sus precios ante un potencial mejor escenario financiero local-ej. Bonar 24-.

¿y si la oferta oficial fracasara?. Igual convendría irse del corto al largo plazo porque ambos bonos analizados, y toda la deuda argentina en realidad, está “en el mismo barco”

Y, a mediano plazo, a ese barco le irá mejor que ahora con independencia de cualquier especulación política.

Publicado en Diario BAE

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