ALTERNATIVA PARA INVERSIONES DE INFRAESTRUCTURA EN LA UE: UNA IDEA A TENER EN CUENTA

por Gabriel Holand, analista de mercados internacionales

La crisis económica y financiera en Europa dio impulso a sus organismos gubernamentales para buscar alternativas de fondeo que permitan financiar obras de infraestructura que, sin dudas, resultan generadoras de múltiples puestos de trabajo y requieren altas sumas de dinero para su realización.

Por cierto que dadas las limitaciones de los bancos comerciales para facilitar líneas de créditos suficientes, debido a los nuevos requerimientos de capital exigidos en la UE tanto como al volátil comportamiento de los mercados durante los últimos años, fue necesario idear caminos alternativos.

De esa forma la Comisión Europea, cuerpo ejecutivo de la UE y ente responsable de proponer e implementar planes para el conjunto de los países miembros, generó un proyecto para obtener fondos y dirigirlos a financiar los dos trillones de Euros que se requerirán en el continente europeo para obras de infraestructura durante los próximos 7 años. La iniciativa lleva el nombre de Proyect Bond Iniciative (PBI por sus siglas en inglés).

Y la idea central apunta a que los grandes inversores institucionales privados (bancos, compañías de seguros, fondos de inversión) fondeen los trabajos mencionados.

Para ello el Banco Europeo de Inversiones (EIB) asumirá parte de los riesgos al avalarlos parcialmente a través de la emisión de “deuda subordinada” que en los hechos implica una mejora en la calificación crediticia de los mismos.

En otras palabras, dado que los bonos emitidos para financiar los proyectos tienen en parte garantía de un organismo gubernamental, alcanzan calificación crediticia suficiente para que los ya mencionados inversionistas del orden privado puedan incorporarlos a su cartera de activos.

Asimismo vale acotar que serán sujetos de estos beneficios sólo aquellos proyectos que resulten comercialmente viables. Lo positivo de esta medida es que mejora las chances de recobrar las inversiones en tiempo en forma. Sin embargo difícilmente se incluyan emprendimientos que tal vez resultan necesarios desde un punto de vista social pero que carecen de un flujo de fondos que garantice el retorno crediticio.

En síntesis la emisión de este bono europeo apunta a que en forma voluntaria el mercado privado de grandes capitales institucionales dirija fondos para financiar obras de infraestructura en un entorno de riesgo acotado y acorde a la normativa vigente para las entidades financieras de la alianza.

¿Y cómo funcionará esta herramienta?

Desde el punto e vista de la estructuración financiera poco difiere de otras emisiones especiales de deuda.

Sin embargo conceptualmente implica que el estado se asocia en forma minoritaria a los financistas privados -que captan buena parte del ahorro del público- para realizar mega proyectos de inversión movilizadores de mano de obra y  distintos recursos tecnológicos.

De esta forma los privados emiten bonos para financiar el 80% de la producción (en deuda senior) mientras el Banco Europeo de Inversiones emite bonos solo por hasta el 20% restante (deuda subordinada de mayor riesgo). Además esa entidad bancaria oficial es autorizada por ley a proveer fondos adicionales ante contingencias como subas inesperadas de los costos asociados a la obra, insuficiencia temporal del flujo de fondos, etc.

¿Cuáles son los beneficios de esta idea?

Básicamente que la mayoría de los fondos comprometido corresponden a empresas privadas que son quienes, también, corren con los mayores riesgos y beneficios.

Asimismo, dado que los fondos gubernamentales solo pueden aportar sólo hasta el 20% de la inversión, su accionar puede repartirse en múltiples iniciativas.

En resumen, una idea a tener en cuenta a la hora de buscar inversiones.

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