Mercados a Corto Plazo

El vocablo inglés “tapering,” tan de moda últimamente en los mercados financieros reconoce, sin embargo, un origen o uso frecuente más deportivo. Y en este ámbito su significado refiere a la reducción del entrenamiento que se realiza en tanto se acerca la fecha de la competencia para la cual el atleta se entrena.

Pero en las finanzas globales el vocablo de marras se une -con propósitos distantes del atletismo claro está- al banco central norteamericano -la FED- y a su decisión de retirar paulatinamente aquello que considera exceso de billetes que el mismo organismo se ocupó de repartir en los mercados para estimular la economía de su país desde la crisis de Lehman Brothers.

Sin embargo, y por ahora, la ejecución de ese plan se demora por razones diferentes dependiendo, como usualmente sucede, de qué campana se escuche.

En ese sentido la historia oficial menciona su intención de mantener alta liquidez porque los números de la economía de EEUU resultan menos satisfactorios que lo que se esperaría, sobre todo en aquello que se refiere a la creación de empleo.

Pero en los pasillos de los mercados globales se sabe que algunos fuertes operadores presionan sobre la FED para que la fiesta siga, con argumentos diversos y sesudos.

Claro que, en algún momento relativamente próximo, la aspiradora monetaria finalmente se encenderá.

Y entonces los países emergentes, tanto de Latinoamérica como otros confines del mundo sufriremos, básicamente debido a dos razones.

Por un lado al existir menos dinero para especular, el precio de los commodities (ej. soja) soporta alguna remezón a la baja.

Pero además el alza de las tipos de interés se impondrá en las naciones desarrolladas y ello implica que, a corto plazo, quienes vivimos fuera de ese entorno deberemos pagar mayores tasas para conseguir fondos en los mercados internacionales de capitales.

Por otro lado algunos analistas prevén que durante los próximos años uno o dos puntos de crecimiento del PBI global se trasladarán desde los mercados emergentes hacia EEUU, y a  Europa más tarde, a consecuencia de mejores condiciones productivas en esas regiones del mundo que recogerán mayores preferencias por parte de los capitales globales de inversión.

Mercados en alza

Así las cosas las cotizaciones de acciones y bonos siguen su ruta ascendente.

Y eso porque el mercado ve retraso en la contracción monetaria recién partir del mes de marzo, según los más conservadores, mientras que otros arriesgados se animan a pensar el apretón de circulante y el posible ajuste de las bolsas recién para la segunda parte del año.

Además difícilmente las nuevas discusiones por el presupuesto federal o la ampliación del techo de deuda en EEUU representen un problema ya que los republicanos recibieron un duro castigo y algunas encuestas mostraron que el 74% de la población los consideró responsables de la crisis sucedida en las últimas semanas.

Y, dado que parte de los encuestados irán a votar durante el año 2014, probablemente nadie quiera generar fuertes ruidos en el espectro político que tarde o temprano reboten negativamente en la economía.

En consecuencias de todo lo expuesto muchos de los grandes jugadores globales siguen con la mira puesta en la moneda dólar y los bonos de corto plazo mientras que, los más audaces, realizan compras selectivas de acciones globales.

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