por Gabriel Holand, analista de mercados internacionales
Como consecuencia lógica de los anuncios que hiciera el banco central de EEUU, la FED, durante el mes de mayo del corriente año en relación al constreñimiento de liquidez las tasas y monedas de los mercados emergentes se acomodaron al nuevo escenario.
Por tanto, y ante la expectativa de un aumento de los rendimientos de largo plazo en los bonos soberanos de EEUU, el costo de fondos y los tipos de cambio latinoamericanos alcanzaron un escalón más alto.
Sin embargo al comparar lo sucedido en el mercado financiero de Brasil durante las últimas semanas se observa que allí la trepada de tipos de interés y devaluación de la moneda resultó mas alto que en naciones como Chile, Perú, Uruguay, Colombia, o México.
¿Por qué esa diferencia?
En primer lugar conviene decir que el crecimiento de la tasa de la deuda soberana brasileña emitida en USS a 10 años de plazo cercano al 45%( de 2,57% a 4,67%) reflejó, además del mayor costo del endeudamiento global, un robustecimiento del riesgo interno del país vecino.
Dicho de otra forma la vigorización de los rendimientos en Brasil tuvo que ver con el aumento del costo del dinero en todo el mundo a lo cual se sumó una mayor percepción de riesgo doméstico.
¿Y a que se debió ese “plus” de costo local? Simplemente a que los operadores vieron en la economía signos de mayor debilidad que en otros momentos.
Por lo tanto se sumó el crecimiento débil de los últimos 24 meses más el atraso cambiario que perjudicó a la industria y también la fuerte carga de servicios financieros que enfrentan las familias, que asciende al 20% del ingreso, lo cual deteriora su poder de compra.
Así mismo el escenario externo se mantiene sano actualmente pero presenta algunos nubarrones hacia el futuro.
Para decirlo de otra manera el déficit de cuenta corriente se financia aún con recursos propios de capital más el ingreso de dólares proveniente de los fondos financieros globales, pero preocupa que el mencionado “rojo” de cuenta corriente creciera 40% durante los últimos 9 meses.
¿Que pasa hoy?
Claramente la devaluación del tipo de cambio alivió el frente externo al mejorar las capacidades de la industria local.
Pero la brusca oscilación en la relación dólar/real, que pasó de 2 a 2,28 (o 12%) desde el mes de marzo hasta el momento actual, estuvo lejos de representar una buena noticia y alteró las previsiones de la mayoría de los operadores.
Así mismo dicha pérdida de valor en la moneda local pegó fuerte a los títulos soberanos brasileños a 10 años emitidos en reales que acumularon una baja de precios mayor al 25% en lo que va del año y por lo cual su rendimiento llegó al 11, 6% anual.
¿Será esta una oportunidad de compra?
Sin dudas dependerá de cuanto cueste al inversor global comprar un seguro (futuro) que lo proteja de la futura pérdida de valor del real frente al dólar de EEUU.