Ya saben los inversores que en momentos de crisis mantener el capital a salvo-tanto de la gula inflacionaria como de los magros tipos de interés- es una tarea que requiere enorme esfuerzo tanto como asumir algunos riesgos, mantener la cabeza fría y ,sobre todo, obtener e interpretar correctamente la información.
Y eso es válido tanto para quienes confían sus ahorros a los activos financieros como para aquellos que se inclinan por emprendimientos de la economía real (inmuebles, pools de siembra, nuevas empresas, etc.)
¿Usted cree que hablamos de nuestro país solamente? Frío, frío.
Mejor dejemos por un momento nuestra teoría “argentinocéntrica” para movernos hacia otros contornos del mapamundi.
Y, una vez que lleguemos a Europa, confirmaremos que los fondos de “Money Market” (conservadoras cajas de ahorro si las hay) avisaron ya a sus inversores que les transmitirán las pérdidas que registran últimamente.
Y, seguramente se preguntarán algunos, como puede ser que las Cajas de Ahorros en los mercados globales arrojen resultados negativos. Peor aún si ello sucede sin contar siquiera el deterioro del poder adquisitivo por los aumentos de precios.
Pues bien esa misma incógnita aqueja hoy a los inversores europeos ya que los fondos conservadores de Money Market, que atesoran la apreciable suma de 1 trillón de euros, enfrentan pérdidas operativas que trasladarán a sus clientes.
¿Y cuáles son las razones de dichos quebrantos? Simplemente el impacto de las bajas tasas de interés de corto plazo que existen hoy en los países de la Unión Europea.
Así mismo conviene recordar que los activos financieros de los que hablamos se ofrecen al público como una muy segura opción para mantener los fondos en los bancos a salvo de cualquier- o casi- mala noticia acerca de la solvencia de tal o cual entidad. Es decir que funcionan como una especie de caja de seguridad con –hasta ahora- alguna renta de menor cuantía.
Pero últimamente las potencias financieras de Europa, Alemania y Francia, colocan deuda pública con rendimientos negativos para el cliente. Por tanto los fondos de liquidez ultraconservadores, que se nutren de dichos activos, están impedidos de ofrecer alguna mínima ganancia a quienes eligen esas alternativas de inversión.
Peor aún. Pocos días atrás el Banco Central Europeo advirtió a los bancos privados que comenzará a cobrarles un cargo por “guardarles” el dinero en sus cuentas. Así que la sumatoria de tasas de interés iguales- o menores- a cero mas los cargos operativos a pagar llevan las cuentas a rendimiento negativo.
Un dato de color sobre el tema se refiere a que un gran número de fondos comunes de mercado monetario europeos (Money Market) se comprometen a mantener constante el valor de la acción en por lo menos 1 euro.
Por tanto, y debido a la caída de las tasas de interés del último período, sus administradores reducen el costo de administración que cobran a sus clientes para evitar resultados negativos.
Luego, y aunque pocos usuarios lamenten que la industria reciba menos utilidades o se compadezcan de los ejecutivos al mando, es dudoso que la generosidad de las empresas hacia sus clientes se mantenga por mucho tiempo más.
Así que aquellos inversores que quieran seguir con la utilización de estos símiles de “cajas de seguridad” tienen que pensar que algo van a pagar para que se les cuide el capital.
Y hasta aquí solo se habla de la castigada Europa. Pero el entorno de tasas bajas es una realidad en todo el mudo.
Por tanto el cuadro que hoy viven los inversores más conservadores del Viejo Mundo bien podría teñir a todos los mercados con mayor o menor intensidad.
Por cierto que existen alternativas para salir de la zona de quebrantos y lograr proteger el capital. Sin embargo para ello es necesario atreverse y asumir algunos riesgos mayores.
Y, consecuentemente, realizar un análisis acerca de que activos financieros ayudan a generar algo de rentabilidad o, por lo menos, a mantener el valor del capital.
Así que, quienes se preocupen por sostener el poder adquisitivo de sus ahorros, ya tienen “tarea para el hogar”.