En la columna anterior se mencionó que los acuerdos alcanzados por los gobernantes europeos durante los días 28 y 29 de junio, aunque se cumplieran, resultaban más que insuficientes, y que el festejo de las bolsas podría durar muy poco.
Pues bien, apenas cuatro días hábiles duró la euforia calificada por algunos analistas como un “hito en la historia de la Eurozona. Y todo ello porque, por primera vez, Europa se había puesto objetivos con fecha de cumplimiento, y éstos eran tan ambiciosos como la recapitalización directa de los bancos y la compra de deuda de los países presionados a pagar unas primas de riesgo inaceptables.
La decisión política de apoyo a las naciones quebradas parecía muy firme según algunos medios tanto que algunos Fondos de Inversión de riesgo (Hedge Funds) iniciaron la venta de sus posiciones cortas (las que apuestan a la baja de los mercados) en forma masiva. Y eso porque soñaban con que esta vez fuera cierto y los gobernantes cumplieran en forma rápida y eficiente sus promesas.
Así que los mercados subieron con garbo y energía entre el 25 de junio y el 7 de julio, mientras que las primas de riesgo se relajaron aun poco a la espera de que llegara el maná. Y eso aunque en Bruselas había quedado la letra chica sin definir y la letra grande un poco dudosa.
Sin embargo los brokers más experimentados desensillaron hasta que aclare y, sabedores que hay que ver para creer, esperaron los acontecimientos siguientes.
Y tuvieron razón.
Porque apenas los inversores solicitaron al Banco Central Europeo que comprara deuda italiana y española para dar credibilidad a los acuerdos de la cumbre este-¡otra vez sopa! se negó de cuajo.
Así que la tesis de Merkel, aparente derrotada por el gladiador Mario Draghi días atrás, finalmente fue la que en verdad se impuso. Por tanto apenas si el banco oficial de los quebrados bajó la tasa de interés para préstamos al 0,75%.
En otras palabras, que se volvió a foja cero, que la cumbre sirvió entre poco y nada. Y que los países en problemas se olviden de recibir mucho dinero y a bajo costo.
POR LO TANTO LOS FONDOS DE RIESGO RETOMARON SU ACTIVIDAD HABITUAL, ES DECIR APOSTAR A LA HECATOMBE. MIENTRAS LOS QUE SIEMPRE DUDARON DE LA EFECTIVIDAD Y CUMPLIMIENTO DE BRUSELAS Y MANTUVIERON SUS POSICIONES QUE GANABAN CON LA BAJA DE LOS MERCADOS SE FROTARON LAS MANOS, YA QUE EL PESIMISMO VOLVIÓ DE INMEDIATO Y EL VIX (ÍNDICE DE VOLATILIDAD) REPUNTÓ EN POCOS DÍAS.
Además, por si había dudas, quedó claro también que la unidad de acción es un sueño por ahora irrealizable y que cada cual tira para su lado.
Así que Holanda y Finlandia ya ha avisaron que quieren seguir en el euro pero no a cualquier precio y, en Alemania, los aliados políticos de la canciller Merkel le marcaron la cancha y le dijeron que todo tiene un límite sin aclarar, claro está , cual es esa delgada “línea roja”.
Y como resultado de todo ese baldazo de contramarchas y sueños rotos las bolsas encaran la semana que viene con las alertas al máximo. En ese entorno existe desacuerdo entre los analistas sobre si continuará el derrape o aparecerán movimientos laterales de precios a la espera de novedades oficiales.
Mientras tanto el IBEX, termómetro bursátil del epicentro del temblor volvió a caer alegremente mientras que la prima de riesgo española a 10 años retomó el nivel de 7%.
Y ahora, ¿qué? La clave está en la reunión de los ministros de finanzas europeos que tendrá lugar el 9 de julio. Y que allí surja alguna medida coherente y, sobre todo, que se cumpla dependerá que los mercados no sufran otra “indigestión bajista’.
También veremos que sucede mañana cuando Alemania y Francia subasten deuda en medio de un escenario de alta crispación.
Y otro plato fuerte para seguir de cerca será el que trae los indicadores de EEUU que el viernes decepcionó con un dato muy malo de desempleo. Pero el próximo jueves será el turno de las peticiones de los subsidios por desempleo y el viernes se conocerá el indicador de confianza de la Universidad de Michigan.
Así que más pasto para las fieras en una semana que promete emociones fuertes.
¿Qué esperar para el corto plazo?
Para las inversiones globales, con los fundamentos que se trataron de explicitar en esta columna, nada se modificó por las últimas decisiones de los gobiernos europeos y los mercados ya lo demostraron en forma práctica: las bolsas ya retrocedieron a valores de semanas anteriores.
Y prueba de ello resultan las bajas de la semana pasada en la cual España, epicentro actual de la crisis, que vio caer el Ibex en más de 3% y elevarse nuevamente la tasa de 10 años al 7%.
En el mercado local, si bien algunos bonos recuperaron terreno, tampoco estamos de fiesta.
Entonces aquellos que se preguntan qué hacer con algunos ahorros les convendría saber que, atento a que el Boden XV parece caro, queda la alternativa del Bonar XVII (AA17) que aún presenta una TIR atractiva en dólares (perdón por la palabra).
¿Qué pasa con el cupón del PBI? Según comentarios del Ministeri
o de Economía aún se espera alcanzar un crecimiento del PBI cercano al 5% aunque son muchos los que dudan que tamaño objetivo se logre en medio de la crisis internacional y las repercusiones locales que las medidas para enfrentar el contexto externo se toman últimamente (restricciones a las importaciones, etc.)
Por tanto si la producción local crece, ya no al 5% pero si encima del 3,26%, los tenedores del cupón estarán de fiesta. Pero si no se alcanza ese piso el valor del warrant caerá significativamente, aunque deje la expectativa de un alto retorno para el año 2013.