LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS DE ESPAÑA SON CADA VEZ MÁS DIFÍCILES DE RESOLVER

A juzgar por todos los indicadores macroeconómicos disponibles, y la alarma reinante en los mercados financieros, es evidente que la economía de España está cerca de salirse totalmente de control y requerir un salvataje de magnitud tal que excede las reales posibilidades de socorro por parte de la Unión Europea.

Eso significa que, en el mejor de los casos, podrían instrumentarse por parte del BCE y los organismos internacionales de crédito diversos maquillajes para ocultar un eventual default, igual que se hizo con Grecia.

Entonces corresponde recordar que España vio crecer su PBI a tasas del 8% nominal anual durante el período comprendido entre los años 1999 al 2008.Y los puntos fuertes en que se apoyó tal actividad productiva se basó sobre todo en el desarrollo de la construcción y también el turismo que disfrutó de la geografía española.

Eso se materializó en que millones de euros, literalmente, llovieran sobre sus ciudades y playas. Entonces tuvo lugar un despliegue de la industria de la construcción con pocos antecedentes similares, si alguno, en el resto del mundo.

Por lo tanto centenares de miles de metros cuadrados se construyeron durante los últimos veinte años y los precios de los inmuebles se triplicaron en apenas una década.

Entonces, dicen las estadísticas, se construyó una casa nueva por cada persona que se adicionó a la población. Y ello remarca el exceso de residencias ofrecidas en relación a la demanda potencial porque obviamente, y aún con inversores del exterior por medio, un inmueble sirve en general para alojar en promedio al menos a dos habitantes en forma permanente.

Así que últimamente, en medio de la recesión económica y la falta de trabajo, la burbuja inmobiliaria explotó. Por tanto los precios comenzaron a descender. Y, la peor noticia, caerán aún mucho más.

¿En que se basa tal aseveración?

La industria de la construcción que generó otrora uno de cada siete puestos en la actividad productiva española se encuentra ahora casi paralizada y por lo tanto expulsó trabajadores. Y tal bajón se replica en la mayoría de las industrias ibéricas.

Así mismo, dada su pertenencia a la zona euro, los españoles se encuentran imposibilitados a devaluar para abaratar sus precios domésticos en términos internacionales.

Por lo tanto la que les queda, según la filosofía que sustenta la troica europea, sería producir su propia devaluación interna “a la griega”, entonces el gobierno de Rajoy reforzará la caída de los salarios y productos españoles en términos nominales. Es decir más castigo y miseria para su población.

LA VERDAD DESNUDA

  • La información pública acerca de la deuda española en relación a su PBI indica que esta asciende al 50%, pero la realidad de los números disponibles muestra que esa relación se acerca al 90%.

¿Por qué tal diferencia entre la “historia oficial” y los niveles reales de endeudamiento oficial español? Debido a que entre los años 2000 y 2006 las regiones descentralizadas españolas crecieron sus gastos, sobre todo en salud pública y educación. Y los débitos generados por tal concepto se omiten en las estadísticas nacionales ya que son precisamente, regionales.

En ese sentido sabido es que los gastos de salud pública resultan entre los más altos del déficit público tanto como menos probables de cortar, sobre todo con una población que envejece en promedio.

Si ese panorama se combina con la imposibilidad española de crecer en durante los próximos años fácil resulta concluir que la relación de deuda /PBI irá de mal en peor según las perspectivas preanunciadas.

  • Los valores de los inmuebles caerán hasta un 35% más, según la opinión de distintos analistas.

Porque resulta indudable que existe una burbuja inmobiliaria en España en la cual se encuentran sobredimensionados tantos los metros cuadrados construidos como así también los precios de venta.

Decíamos que un nuevo hogar se construyó por cada persona en que creció la población, mientras en EEUU dicha relación fue de 2,5 nuevos usuarios por cada inmueble de uso familiar que se agregó a la economía.

Entonces si existe exceso de oferta de metros cuadrados en relación al crecimiento esperado de la población y en un contexto de recesión económica. ¿Qué otra cosa pueden hacer los precios más que continuar su caída?

  • El sistema financiero cruje bajo el peso de la cartera morosa.

Distintas entidades financieras que comprometieron buena parte de su capacidad crediticia en préstamos para la compra de viviendas, y también desarrollos inmobiliarios, aún tienen pendiente de reconocer en sus balances la pérdida de valor de los inmuebles que garantizaron dichas operaciones.

Y el problema, más lejano para las entidades internacionales con activos y negocios diversificados, se centraliza sobre todo en las llamadas “cajas” de fuerte raigambre local.

Por lo tanto algunas estimaciones señalan que hacen falta unos 50 billones de euros para recapitalizar al sistema financiero y devolverle parte de la solvencia perdida.

Sin embargo otros análisis menos optimistas cifran dicha necesidad en el cuádruple de tal valor, es decir 200 billones de euros, para paliar la futura caída en los valores inmobiliarios, tanto como el aumento del desempleo que ocasionará mayores niveles de mora en las carteras crediticias.

  •  La crisis en España, lejos de estabilizarse, sigue en aumento.

Porque la economía ibérica además de desbalanceada resulta poco competitiva. Y harían falta alternativas en otras ramas productivas para reemplazar a la de la construcción que difícilmente recupere su esplendor por largo tiempo.

Pero tal reemplazo resulta difícil de lograr.

Porque en el mundo actual competimos con todos. Y a los capitales lo que más les interesa es conseguir la mayor productividad posible, es decir el menor costo unitario que se pueda alcanzar. Pero en ese sentido España resulta poco atractiva porque mantiene costos laborales altos medidos, incluso, contra los de la propia Europa desarrollada.

Por tanto la retribución al factor trabajo debería contraerse un 15% para alcanzar el promedio productivo de las naciones europeas y hasta un 30% para alcanzar el grado de “eficiencia” alemana.

  • El gran factor de riesgo de aquí a poco.

La realidad señala que la Unión Europea carece de la voluntad política y los recursos financieros suficientes para producir un salvataje a una economía del tamaño de la española.

Y eso se debe a que, a pesar de lo mucho que se habla, hasta ahora los medios de ayuda que construyó la UE resultan insuficientes en relación a las necesidades de financiamiento de sus socios en problemas. Por otro lado nada hace pensar que esa realidad se modificará y mayor asistencia aparecerá sobre la mesa de negociaciones.

Por ejemplo Alemania acordó aportar un máximo de, nada más, 211 billones de euros al Fondo de Estabilidad Financiera Europeo (EFSFS). Al menos eso fue lo que aprobó el Bundestag (Parlamento Federal Alemán) y difícilmente se superará ese bajo aporte por ahora.

Finalmente conviene decir que se desconoce la real profundidad de los bolsillos del conjunto de los organismos de ayuda financiera europea, tanto como los del FMI, pero es más que dudoso que alcancen para enfrentar una corrida seria de los mercados contra la economía española.

En otras palabras bien cabe pensar que si a España le resultara imposible conseguir financiamiento por parte de los capitales privados, porque se le niegue el dinero o se fije una tasa de interés impagable, los fondos de públicos europeos simplemente serían insuficientes para asumir semejante salvataje.

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