GUÍA PARA ARMAR CARTERAS DE RENTA FIJA EN TIEMPO DE CRISIS

En medio de fuertes dudas acerca de cómo evolucionará la economía global la mayoría de los inversores más conservadores prefieren incorporar en sus portafolios instrumentos de renta fija, bonos y algunos Etf´s, antes que valores de renta variable como las acciones. Sin embargo en el mundo de los títulos privados y públicos también existen cuestiones a considerar, tales como la solvencia del deudor como así también los riesgos inflacionarios y de potenciales futuras alzas en los tipos de interés. Y una alternativa para enfrentar esas dos últimas variables es la llamada “escalera de vencimientod”. En esencia dicha técnica invita a construir un portafolio de instrumentos de renta fija (bonos, ETF´s, Credit Default Swaps) con amortización de capital en diferentes fechas a lo largo de la curva de rendimientos. Y conviene recordar que esa “yield curve” mide la relación entre la tasa de interés y los plazos de vencimiento. Pero conviene recordar que el concepto subyacente en ese análisis radica, sobre todo, en las expectativas que cada inversor tenga en relación a los movimientos futuros de las tasas de interés. Combate entre el riesgo de tasa versus el de inflación. Cuando se está inseguro acerca de si las tasas de interés puedan subir o caer en el futuro una alternativa es invertir el efectivo a partes iguales en activos financieros de renta fija a corto, mediano y largo plazo. Luego ¿Qué sucede si las expectativas apuntan al alza de la remuneración al capital? Simplemente ante cada vencimiento se invierten los fondos en instrumentos de menor término, a la espera de novedades en las variaciones de los tipos de interés. Pero si lo que se prevé es que las tasas puedan caer, lo cual difícilmente parece que sucediera en el corto plazo, habría que hacer exactamente lo contrario. Entonces se invierte la mayor porción del capital en renta fija de largo plazo y una porción mucho menor en obligaciones de corto y mediano plazo de vencimiento. Estrategias simples para invertir en bonos Uno de los problemas concretos a enfrentar en estos momentos es el escenario de tasas de interés ultra bajas en todo el mundo. Por lo tanto aquellos que inviertan exclusivamente en renta fija a mediano y largo plazo (más de 3 años) quedan prisioneros de la probabilidad de aumento en las tasas de interés. Si esto sucediera el portafolio se ata a baja rentabilidad además de soportar la caída en los precios de los bonos que contengan, como efecto de la mayor renta que prodigarán las nuevas emisiones en el mercado. Así que quienes piensan, en sintonía con el sentimiento más difundido actualmente, que los tipos de interés deberán crecer pronto deberían invertir dos tercios a corto plazo (hasta 3 años de vencimiento) y solo un tercio a mediano y largo término. De esa forma, y de confirmarse los pronósticos alcistas, al vencimiento de las obligaciones cortas, se podrá recolocar el dinero con mayor rentabilidad. La amenaza inflacionaria Al inversor global siempre le conviene tener en mente el riesgo que los índices de inflación puedan crecer más allá de lo previsto por las predicciones de los analistas. Y esa luz amarilla se robustece para las apuestas de corto plazo, dado el magro rendimiento que ofrecen actualmente. Porque lógicamente el aumento de los precios combinado con la baja renta se potencian para contraer la capacidad de compra del dinero que se invierte. Y de hecho si se compara la renta promedio del mercado global de bonos de primera calidad a corto plazo con los índices de inflación existentes se verá que, actualmente, los rendimientos reales resultan negativos. La herramienta disponible. Entonces ante un escenario tan variable e incierto como el actual distribuir el portafolio con el criterio de “escalera de vencimientos” ayuda a minimizar los riesgos. Dicho de otra forma es una buena alternativa disponible para administrar las amenazas de tasa de interés e inflación. También ayuda a controlar el llamado riesgo de reinversión. Eso quiere decir la posibilidad de tener que recolocar el dinero a un rendimiento menor que la inversión original si es que sucediera, algo difícil actualmente, un nuevo descenso de los tipos de interés globales. Una alternativa de riesgo pero con alta rentabilidad potencial El mercado local presente un activo financiero que puede potenciar los flujos de ingresos y menguar, en parte, la escasa rentabilidad que se obtiene en los mercados globales Nos referimos al volátil Cupón del PBI en pesos. La primera cuestión a tener en cuenta es la posibilidad de un crecimiento significativo del precio del dólar frente al peso. Pero son pocos los analistas que creen posible tal escenario por ahora. Así mismo si se supone un crecimiento del PBI del 3,5% por ciento para el año 2012, y a los actuales precios de mercado (13,7), el rendimiento del warrant se estima superior al 40%. Y aunque el avance del PBI para el año 2012 fuera inferior al 3,26% (umbral mínimo para el pago) si se prevé que el crecimiento se ubique en el 3,5% en al año 2013, por lo que habría pago en el año 2014. Y si se toma este escenario pesimista el TVPP tendría un rendimiento anual del 35% en pesos para los próximos tres años. Es decir que, aun tratándose de un activo volátil, existe un fuerte colchón que resistiría eventuales bajas de mercado.

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