APPLE Y LA BURBUJA

¿Estaremos frente a una nueva burbuja?

Es cierto que muchas veces resulta inconveniente expresar dudas acerca de un producto exitoso.

Pero aun así vale correr el riesgo de hablar de la acción del gigante tecnológico Apple.

Por cierto que así el lector podrá confrontar el contenido de esta columna para tomarlo o desecharlo, pero al menos tenerlo en cuenta.

Los precios de la acción de Apple trepan de la mano de los novedosos, y bien promocionados, productos que la firma pone en manos de los consumidores.

Aun así sería bueno preguntarse si un aumento en los valores del papel cercano al 71% durante el último año resulta razonable o si, por el contrario, conviene recordar aquella frase que la “calle bursátil” recuerda asiduamente y asegura que  “el mercado siempre ajusta”.

Por eso existe consenso entre distintos analistas acerca que la “acción de la manzana” se encuentra sobrevaluada.

Claro que, por ahora, son solo hipótesis.

Cuatro razones para dudar

La primera de ellas se refiere a que en el actual entorno macroeconómico global sobra el dinero, ya que los principales bancos centrales del mundo bombean fondos a los mercados permanentemente y a baja tasa de interés.

Y ese constituye un antecedente más que propicio para que se formen burbujas de precios en las acciones porque además, correlato de los fondos baratos, las inversiones en bonos de primera calidad rinden entre poco y nada.

Así que, ante la existencia de liquidez sobrante y pocos negocios en la economía real para realizar, la mesa está servida para especular en acciones de empresas de oro, petróleo, internet, uranio, tierras raras (Rare Earths) o grafito entre otras.

Porque total el costo lo  pagan aquellos inversores conservadores que ganan muy poco con sus ahorros y los contribuyentes que ven cómo se deprecia el valor de la moneda.

En segundo lugar conviene recordar que los mercados alcistas de acciones (bull markets) se construyen de a poco.

Pero la acción de Apple a contramano del concepto anterior, creció 40% en dos meses y medio y si mantiene ese ritmo valdrá el doble de aquí a seis meses.

Y eso parece poco sustentable porque implicaría también un aumento en espiral de los ingresos de la empresa. Pero esa idea de dudoso pronóstico, además, puede ser una trampa para la avidez de ganancias de aquellos inversores menos entrenados en las lides del mercado.

Así que a mediano plazo el crecimiento que hoy muestra  Apple resulta difícil de sostener,  ya que  requeriría un mercado consumidor que aumente permanentemente en un contexto global recesivo, tanto como la aparición constante de  nuevos productos revolucionarios y todo eso sin que el genio creador de Steve Jobs esté disponible.

Y el tercer punto a considerar es la especulación existente con la acción de Apple en el creciente mercado de CFD. (Contract for diffrence por su nombre en inglés).

Dicho derivado  se materializa en un contrato por el cual el vendedor del mismo paga al comprador la diferencia entre el valor corriente y el precio futuro del activo en cuestión si el mismo sube. Y si el resultado de la operación resulta negativo será el adquirente quien reembolsará la diferencia a quien se lo vendió.

Por lo tanto los traders pueden tomar ventaja, y especular, según crean que el precio se moverá al alza o hacia la baja sin necesidad de poseer la acción en cuestión.

Por lo tanto tales operaciones que usualmente tienen alto apalancamiento permiten entrar fácilmente a distintos mercados mercado y empujar el valor de  cualquier activo, incluso el de Apple, hacia arriba en la cotización

Por último, pero también importante, es claro que existe cierta sensación acerca que la marca es  prácticamente imbatible. En otras palabras parecería que poseer sus productos es un pasaporte a la más actualizada modernidad y, por el contrario, carecer de ellos implica vivir en la época de las cavernas.

Así mismo vale la pena recordar que cada burbuja financiera se construye, también, por la generación de la idea que se construye y dice que un activo financiero jamás podrá perder valor, y que el único límite a su estrellato es el cielo ( ¿recuerdan la frase “the sky is the limit”?).

Por lo tanto vale la pena recordar que eso sucedió con los, que jamás bajarían de precio, o la burbuja tecnológica en los años 2.000.

¡Así que bien viene recordar la catástrofe de las hipotecas sub prime¡

¡Y también que el  índice de acciones tecnológicas NASDAQ (de la cual Apple forma parte) vale hoy 3000 puntos, cerca del 50% menos que en el año 2000! Porque en ese momento alcanzó los 4500 puntos y luego se derrumbó hasta los precios actuales.

¿Qué pasa hoy en el mercado?

Sucede que algunos inversores de Apple  que obtuvieron jugosas ganancias venden parte de sus tenencias mientras que otros deciden mantenerlas en su portafolio e incluso, los menos, las aumentan

Mientras que otros jugadores se ponen “cortos” y apuesta a la baja del precio porque están convencidos que los llamados “mercados parabólicos “, cuando la tendencia del precio se revierte, raramente terminan bien.

Por supuesto que la formación de una burbuja puede llevar largo tiempo, por ello jugarse a la baja es un movimiento altamente riesgoso que requiere su análisis.

Pero sea cual fuera la actitud que tome el inversor los comentarios que se hicieron hasta aquí lo inviten, probablemente, a poner otra mirada en la evolución  del valor de la acción de la reconocida marca global.

 

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