Durante el cuarto trimestre del año 2011 los mercados de acciones globales disfrutaron de un rally de precios significativo que llevó al índice S&P de acciones americanas, por ejemplo, desde 1119 puntos en agosto hasta los 1265 puntos en diciembre. Es decir un crecimiento mayor al 13% en apenas cuatro meses.
Semejante movimiento alcista, que en realidad resultó insuficiente para recuperar los valores que las acciones tenían en el mes de julio del año pasado, despertó sin embargo una andanada de comentarios pesimistas por parte de aquellos que vieron dicho crecimiento como algo pasajero porque dijeron careció de sustento para mantenerse habida cuenta los pobres números que muestra la economía global.
Dichas opiniones resultaron equivocadas entonces. Por lo cual sería de esperar actualmente, insisten, una próxima corrección en los mercados de acciones. Y prueba de ese temor lo representaría la salida de dinero desde los fondos de inversión de acciones globales hacia posiciones más conservadoras.
Sin embargo aquellos que usualmente están ansiosos por encontrar nichos de potenciales ganancias tendrían que analizar con cuidado el porqué del abandono de posiciones de riesgo accionario por parte de muchos jugadores.
En primer lugar podría pensarse que los inversores menos arriesgados, usualmente tenedores de los fondos de inversión antes que de acciones individuales, eligieron últimamente colocar su dinero en fondos de bonos debido a la incertidumbre que despierta el entorno macroeconómico global.
En segundo término aquellos que hicieron diferencia con sus posiciones bien podrían elegir en este momento tomar ganancias y así aprovechar el momento de embolsarlas. Sobre todo quienes recuerdan que al tope de precios del año 2007 le siguió un abrupto descenso en los valores de las acciones hacia octubre del año2008.Y heridos de ese entonces aún hay muchos.
También influiría que los inversores más cautelosos esperan a ver señales positivas concretas de la economía antes de embarcarse en apuestas de mayor volatilidad.
Sin embargo, Cisne Negro de por medio, hay veces que los indicadores económicos del presente de poco sirven para predecir qué podría suceder en el futuro.
Por ejemplo actualmente los indicador de empleo y crecimiento del PBI en EEUU muestran, tenues, mejoras. Eso podría significar tanto que pudieran seguir en ese camino alcista o detenerse por factores sobre todo exógenos a la economía americana (crisis europea o reacomodamientos chinos).
Por lo tanto el mercado accionario podría perder valor ante un escenario de esas características.
Peor aún el dejar pasar las oportunidades de comprar aquellos papeles que parecen baratos a la espera de mejores datos de la macro puede hacer que se pierda el tren.
Y, en ese sentido, la prueba relativa a que a veces los indicadores macroeconómicos están lejos de anunciar lo que vendrá podría tomarse del colapso global del año 2008.
Pocos fueron los tenedores de fondos de renta variable que vendieron posiciones a principios de la crisis antes que comience la declinación del mercado accionario. Y el éxodo masivo se dio durante los meses de junio y julio cuando ya los valores registraban 20% de baja. Peor aún. El mercado de bonos de riesgo recién comenzó la huida 3 o 4 meses más tarde.
¿Y mientras tanto que pasó con los data la Macro del mercado americano, epicentro de la hecatombe? Que recién a finales de junio/julio del año 2008 empezaron a mostrar tenues signos de debilidad en el empleo.
Y la disminución en el PBI americano apenas si dio señales de venta a los inversores recién a fines del año 2008, es decir cuando el incendio ya estaba totalmente declarado.
Es decir que muy tardíamente se empezó a percibir la catastrófica baja en la producción y el consumo que ya venía desde meses atrás y que se ocultó porque los números se publican cuando ya las cosas sucedieron, es decir ex. Post a los hechos.
Dicho de otra manera, si el inversor simplemente mira los indicadores de la economía sin estar atento al “runrún” del mercado entonces, simplemente, corre el riesgo de vender sus posiciones cuando los precios ya descendieron fuertemente.
Y, en forma complementaria, quien espere a que los datos macro confirmen un buen momento seguramente comprarán más caro y posiblemente pierdan un rally de precios.
Así que, quienes acuerden con estos razonamientos, evitará guiarse simplemente por los datos “duros” de la economía para realizar sus apuestas.
Porque si solo se mira la foto y olvida tratar de percibir el sentimiento del mercado y los operadores se podrán perder oportunidades de compra tanto como se podrán vender tardíamente las posiciones de riesgo.
Pero conviene recordar la máxima más importante en el mundo de las inversiones de riesgo: la única forma de tener posibilidades de ganar dinero es comprar barato –en relación a los precios históricos- y vender antes que la mayoría quiera desprenderse de la porción volátil de la cartera