Las perspectivas para el año en curso pueden ser tan poco amigables como las de los 12 meses pasados.
Entonces ¿Qué hacer con el portafolio de inversiones?
Es cierto que, por el lado de Wall Street hay quienes apuestan a una relativa mejora de la economía de EEUU, y eso es bastante porque representa el 25% de la producción de riqueza de todo el mundo, debido a las-relativas- buenas noticias que traen algunos indicadores relativos al consumo y empleo en ese país.
Sin embrago otros analistas, más conservadores, creen que las cosas difícilmente mejoren a corto plazo tanto en la nación americana como así también en el resto del mundo.
Y tienen sus fundamentos para sostener tales puntos de vista.
Veremos cuáles son.
Pero, más importante aún, expondremos algunas acciones que se podrían tomar frente a un escenario que será poco promisorio durante los próximos meses.
Desde principios del año 2011 nuestra opinión fue que en los mercados globales se iniciaba una época signada por el des- apalancamiento (deleveraging en inglés.)Dicho de otra manera, los grandes inversores comenzaron a devolver el dinero que tomaron prestado para invertir en los mercados financieros.
Y eso tuvo y tendrá diversos efectos.
Entonces conviene tomar en cuenta que la economía de EEUU (crecerá a raquíticos índices del 2% en los próximos años. Ello representa una mejoría frente al estancamiento de los últimos años, pero lejísimos delos niveles de generación de riqueza (3% anual promedio) de los años 1982 a 2000.
Por lo tanto los consumidores americanos que gozaron – y abusaron- del gasto durante el último cuarto del siglo pasado tratarán de ahorrar algo de sus ingresos, en vez de endeudarse para comprar más.
Y esto sin dudas ya impacta- in crescendo- en las demás economías del mundo que venden a los norteamericanos buena parte de su producción doméstica (China, por empezar).
Además, conviene repetir que esa situación de austeridad, más que una tormenta pasajera, llegó para quedarse por bastante tiempo. Por lo tanto la tendencia al ahorro y a bajar el endeudamiento en distintas regiones del mundo pondrá un serio freno al crecimiento global.
Y eso se traducirá en una menor demanda y, por lo tanto, depresión de precios de los commodities en general, lo cual achicará los ingresos de los países que los producen.
También cuenta que algunas recetas neoliberales- que se imponen en Europa y pelean en EEUU- quieren mayor ajuste fiscal, por tanto esa tendencia suicida agravará aún más el panorama.
Como resultado de lo anterior los gastos sociales e inversiones de los estados se achicarán-más- también.
Por el lado de Europa se combina la crisis financiera con la caída del empleo y los ingresos, como saldo de ello disminuirá la producción y el consumo.
Y China, que operó como salvavidas de la producción global durante los últimos dos años, probablemente regrese a niveles de crecimiento anuales del 5% a 6%.Y conviene recordar que el Tigre asiático necesita mantener niveles de PBI cercanos al 8% para sostener el nivel de empleo y evitar convulsiones sociales.
Así que, durante los próximos 12 meses, la mejor noticia que podríamos recibir de parte de la economía global es que las cosas se mantienen más o menos estables, es decir sin empeorar.
Entonces muchos, gustosos, “firmarían el empate” para el año 2012.
¿Qué hacer?
Pues bien si ya conocemos los problemas por venir, entonces conviene plantearse como administrar el portafolio de inversiones durante los próximos meses.
Nos referimos a la parte central de una cartera global, el corazón de la misma, más allá de algunas oportunidades puntuales que se mencionaron en columnas anteriores.
Bonos del tesoro de los EEUU
Quienes coinciden en que la economía tendrá un año al menos tan malo como los 12 meses que pasaron, también podrán ver la conveniencia de refugiarse tras la espalda del Tío Sam.
Por lo tanto podrían volverse interesantes los títulos del gobierno americano de 10 a 30 años de plazo (obviamente se pueden vender antes de esa fecha), siempre por montos adecuados a cada portafolio
Porque, muy probablemente, la FED insistirá en su estrategia de bajar las tasas de largo plazo para mejorar el nivel de liquidez y la actividad productiva, lo cual llevará a un aumento en el precio de los bonos que emite la tesorería americana.
Y esos activos financieros de mayor duración son atractivos, sobre todo en momentos donde especular puede salir muy caro, para los fondos de pensión y las compañías de seguros globales, porque de esa forma “calzan” sus obligaciones de horizonte más lejano con inversiones similares.
Además se suma a lo anterior las posibilidades que a China le vaya “menos bien” que hasta hoy, Europa siga en problemas u (ojalá que no) Medio Oriente aporte mayores riesgos. Entonces la búsqueda de inversiones de refugio se acrecentará. Y ya se sabe que los temores de los inversores solo se calman con el color verde y, en menor medida el oro.
Y cuando el dólar se aprecia, lo cual sucederá en el año 2012, de poco valen los commodities o las acciones globales, salvo algunas perlitas.
Por lo tanto, conviene recordar que por los riesgos de la economía global, en al año 2011, los rendimientos de los Treasury de 30 años bajaron desde el 4,4% hasta el 3%, lo cual implicó un aumento en sus precios y permitió un hermoso 33% de ganancia de capital a quienes apostaron por él.
Si en los próximos doce meses esos rendimientos de los bonos de 30 años declinaran hasta llegar al 2,5%, medio punto menos que hoy, eso permitiría al inversor acrecer su patrimonio en 10%.
Y si los bonos del tesoro americano a 10 años de plazo declinaran su rendimiento del 1,87% actual hasta el 1,5% eso dejaría una renta por aumento de precio del 5,2%.
Como se ve, nada despreciable en un mundo de riesgos financieros crecientes y rendimientos muy pobres.
¿Cuáles son los riesgos de invertir en Treasury a largo plazo?
Evidentemente que suceda lo contrario de lo que el ala más conservadora de los analistas prevé.
Es decir que la economía mejore, los inversores retomen su deseo de invertir en activos de riesgo y, por lo tanto, vendan los títulos del gobierno americano.
Ello podría llevar a que se pierda (en vez de gana) el 10% (bonos de 30 años) o 5% (bonos de 10 años).
Por cierto, que este es un tema que merece la atención del inversor global.