por Gabriel Holand Director HR Global Argentina
El mercado bursátil y de bonos siguió moviéndose con fuertes oscilaciones esta semana, reflejando las dudas de los operadores acerca del corto plazo.
En principio el Tesoro puso en práctica un plan para reducir el volumen de Lebacs en circulación. En otra palabra renovó sólo parcialmente el monto de dichos activos vencidos el 14 de agosto, dejando casi 100 mil millones de pesos “en la calle”, con el riesgo que los inversores corrieran al dólar billete. Y, para evitar tal presión compradora sobre la divisa, el BCRA, luego y algunas idas y vueltas subió el encaje bancario, es decir que achico la porción de dinero provenientes de depósitos del público que las entidades financieras pueden utilizar para, entre otras cosas, comprar dólares.
En ese marco se ampliaron algunos beneficios para los inversores medianos y grandes. Porque la diferencia entre las puntas compradora y vendedora del “dólar Banco Nación” es de alrededor de 1 peso, mientras que en el “dólar Bolsa” es de solo 0,30 centavos. Por ello a quien desee cambiar pesos por dólares le convendrá hacerlo a través de su agente de bolsa antes que por la ventanilla o Home Banking bancario.
Y desde otro ángulo del escenario conviene recordar que los bonos argentinos nominados en dólares perdieron mucho valor, porque inversores temerosos y por montos significativos decidieron desprenderse de los mismos. Un ejemplo es el Ay24, que perdió casi 5% de su valor en una semana, para luego recuperar una parte de lo perdido, aunque aún muy lejos de su cotización de hace 9 meses atrás.
Por otro lado, a las acciones les cupo suerte parecida en el tobogán bajista, aunque más vinculadas a cuestiones políticas que económicas, perdiendo casi 11% promedio durante el corriente mes, tocando el piso alcanzado en junio pasado.
Ante este panorama que, por el momento carece de señales positivas de corto plazo, caben distintas alternativas.
Para el inversor afecto a las apuestas con fuerte riesgo, iliquidez y a largo plazo existen oportunidades en los bonos de vencimiento más lejano que, conforme a las reglas de mercado, son los que más valor perdieron. Ejemplo el Discount 2033 en USS rinde casi 11%.
Similares oportunidades, con alto componente riesgoso también, dado el momento de mercado, aparece en acciones que, aunque baratas en dólares, persisten en su caída (ej. Transener, Pampa Holding, Adecoagro, TGS). En otras palabras, estos papeles pueden perder precio aun, pero en el largo plazo es de esperar su recuperación atento a la actividad económica que desarrollan y a los números que presentan.
En cambio, el panorama luce diferente para un inversor de perfil más conservador, como la mayoría de nosotros.
En ese sentido, y no existiendo por ahora suficientes “buenas noticias”, para los títulos en dólares cada rebote de precios puede ser oportunidad de venta.
Y en relación a los fondos comunes de inversión dolarizados, vale recordar que su cotización refleja también la baja en los precios de los bonos, aunque a algunos de ellos quizá les falte sincerar algunas bajas.
En cuanto a las inversiones en pesos, solo conviene mantenerlas para atender los gastos que deban cancelarse en moneda doméstica-erogaciones familiares, salarios, impuestos, etc.-. Para ello podría mantenerse inversiones en Lebacs de corto plazo o caución bursátil, operación que puede hacerse a un mínimo de 7 días, con tasas competitivas y que cuenta con garantía de liquidación del Mercado de Valores.
Nota original publicada en Diario La Nación el 19 de agosto de 2018
Director de HR Global. Consultores de Proyectos y Portafolios de Inversión