EL DEBATE DEL MERCADO POST TRUMP: ¿POR QUÉ NO SE PRODUJO LA MISMA REACCIÓN QUE CON EL BREXIT?

Por Rubén Ramallo

La expectativa por ver las primeras señales del presidente electo, así como la creencia en que desde el congreso pueda haber un freno a sus propuestas controversiales han determinado que se impusiera la prudencia entre los inversores. Los bancos creen que aún hay chance de limitar el proteccionismo

Si quieren saber que va a pasar si gana Trump, nada mejor que ver lo que pasó con el Brexit”. Palabras más, palabras menos, ese era el mensaje que emitían los analistas de bancos en los días previos al ya famoso N-8.

En esencia, la mayoría de ellos pensaba que un triunfo del candidato republicano provocaría un caos en los mercados similar al del referéndum que determinó la salida británica de la UE del pasado 23 de junio.

Sin embargo, en las dos ruedas posteriores a los comicios, las bolsas de todo el mundo operan una tenue tendencia positiva, salvo algunos casos puntuales ligados a México, que puedenverse afectados si Trump bloquea las relaciones comerciales con ese país.

Entonces, en cuestión de horas se pasó de un escenario tipo catástrofe, en el que en el peor de los casos se pronosticaban bajas de más del 10% tanto en Wall Street como en algunas plazas europeas a otro en el que “con el diario del miércoles” la respuesta de los inversores puede encasillarse dentro de una lógica, que curiosamente prácticamente nadie pudo ver.

Las principales razones pueden explicar esta reacción, según los analistas, serían las siguientes:

En primer lugar, se ubica una de orden técnico. Como en la noche del Brexit, los resultados se conocieron cuando solo los mercados asiáticos estaban abiertos. Pero a diferencia de aquel día de junio, el Banco de Japón y el Gobierno de Tokio habían avisado sobre una posible intervención para evitar una mayor apreciación del yen.

El resultado fue que con este aviso, lograron frenar una previsible caída del dólar frente a la divisa japonesa, diluyendo el miedo inicial en los mercados.

La segunda se basa en que muchos inversores consideran que sería prudente esperar a que Trump asuma en enero, para ver las medidas iniciales de su gobierno.

Es posible, consideran varias fuentes, que pese a que tendrá mayoría en ambas Cámaras, que sean sus propios correligionarios los que le impidan tomar medidas muy discutidas, principalmente en aquellas áreas donde necesita el apoyo de un partido que parece dividido, como disparar el déficit público o cancelar tratados de libre comercio.

“La razón sugiere que el Congreso y los mercados financieros regularán de alguna manera su capacidad de actuación. También es posible que estos caballitos de batalla de campaña queden relegados por la responsabilidad del poder” afirma Gabriel Holand, de HR Global.

“En todo caso, queda la esperanza de que se aplique el famoso Teorema Baglini”, acota el economista Luis Palma Cané, haciendo referencia a la frase del ex diputado argentino que decía “el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido o dirigente político es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder”.

Donde sí Trump puede tener las manos más libres es en política exterior. Volviendo al caso del Brexit, fueron precisamente las incertidumbres de este proceso y su posible impacto en las empresas las que más tuvieron en cuenta los mercados.

En tercer lugar, nada es para siempre. De alguna manera, el éxito de Trump es reversible. Si la evolución de su gobierno no responde a las expectativas de los estadounidenses, su ciclo podría limitarse a solo cuatro años.

Claro está que muchos creen que en este lapso tendría tiempo para tomar medidas que podrían hacerle mucho daño a la economía local y global.

La cuarta, y quizás la más valedera y menos percibida, es que muchos inversores, que se vieron muy afectados por el Brexit porque habían apostado a la permanencia del Reino Unido en la UE, fueron saliendo de a poco de las bolsas estadounidenses, lo cual se reflejó en las nueve bajas consecutivas que afectaron al S&P 500.

Una vez que se supieron los resultados electorales, no hicieron otra cosa que recomponer sus carteras, a precios mucho más baratos.

Antes y después del N-8
Sin duda que la suma de estos motivos contrasta con todos los informes que iban emitiendo los bancos de inversión y analistas sobre la poco esperada victoria de Trump y todos pronosticaban que la decisión de los votantes de EE.UU. generaría volatilidad en los mercados.

En líneas generales, los bancos de inversión coinciden en que Trump supone un riesgo (aunque solo sea por la incertidumbre), si bien difieren en su impacto.

Algunos de ellos esperan restricciones al comercio internacional, dado que ha basado su campaña en la idea de que la culpa del deterioro industrial de EE.UU. es del resto del mundo (amenazando con aranceles del 45% para China).
CreditSuisse es más cauto, y espera que las propuestas más incendiarias del magnate (inmigración y proteccionismo) se moderen. Además, los procesos no son cortos: tardaría unos seis meses en salirse de la NAFTA (pacto de libre comercio con México y Canadá) y años en aplicar las barreras.

“La América empresarial hará notar los costos del proteccionismo, y aunque las corporaciones del Fortune 500 no han apoyado al candidato Trump, el presidente estará más dispuesto a cultivar sus relaciones”, explica el banco

Más allá de estas opiniones, conviene repasar brevemente las opiniones de los analistas más seguidos por los mercados.
• Capital Group: “Los mercados esperarán hasta comprobar qué forma toma el mercado.
• Allianz Global Investors: “Europa puede convertirse en un bastión de estabilidad frente a los Estados Unidos”
• Bakinter: “Merece la pena no mover posiciones hasta comprobar si el mercado se estabiliza a partir del lunes 14″.
• Goldman Sachs: “Esperamos un aumento de la volatilidad tanto a corto como a mediano plazo”
• Deutsche AM: “La victoria de Trump podría traer incluso grandes oportunidaes para el inversor”.
• Self Bank: “Nada es bueno para todos ni malo de una manera general, pero Trump puede hacerle mucho daño a los mercados”
• ETF Securities: “A corto plazo, subirán los precios del oro y aque los inversores buscan un activo refugio”
• Fidelity: “No creemos que el resultado determine la evolución a largo plazo del mercado”
• LombardOdier: “Es relevante la postura crítica que ha mantenido Trump contra las políticas actuales de la FED”
• BlackRock: “Esperamos una oleada de ventas en los activos de riesgo y la búsqueda de refugios”
• Schoders: “Los emergentes son especialmente vulnerables por su dependencia del comercio mundial”
• Franklin Templeton: “Lo que deben preguntarse los inversores es cómo reaccionará la FED al resultado”
• Pioneer Investment: “El resultado de EE.UU. puede ser sorprendente, pero no es un cisne negro”
• M&G Investment: “El Brexit ya no puede considerarse como un suceso anómalo, es una tendencia”
• Moody`s: “Los posibles cambios tendrán efectos en la calidad crediticia de los emisores de deuda”
• BNY Mellon: “Los mercados seguirán estando nerviosos hasta qué se aclare que implica esta victoria”

De la lectura de todos ellos, pueden sacarse conclusiones de todo tipo y color, pero sin embargo, casi a la par con que recibían los reportes alertando sobre lo que podría suceder, los inversores optaron contra todo pronóstico por la calma.

Lo que sí es evidente es que esta primera reacción signifique que el mercado haya digerido de buen grado el resultado electoral, por lo que es previsible que en los próximos días se deba enfrentar, aunque en forma mucho más moderada que la prevista, un aumento de la volatilidad a medida que se vayan aclarando algunos aspectos de cómo será la presidencia.

En este escenario, varios analistas coinciden que la peor parte la podrían llevar los países emergentes, incluyendo a la Argentina.

El temor es que si una vez en funciones, los republicanos sacan adelante algunas de las medidas prometidas en campaña, estas economías podrían verse muy afectadas.

“Estados Unidos tiene una influencia sustancial en políticas que afectan directamente a estos mercados, como los aranceles, las barreras comerciales o en algunos casos, la renegociación del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte)”, advierten desde Fidelity.

Pero más en el corto plazo, el centro de la atención dejará de ser el resultado electoral para concentrarse en la decisión que adoptará la Reserva Federal en diciembre.

En cualquier caso, la mayoría de expertos llama a mantener la calma: “Recomendamos mantener las posiciones a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Consideramos que existe una alta probabilidad de asistir a una elevada volatilidad en el corto plazo y una recuperación relativamente rápida a continuación”, prevén desde Banca March.

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