Por Gabriel Holand para DiarioBAE
El estado actual de la economía griega presenta desde mi punto de vista dos oportunidades tan claras y relacionadas entre sí como, a la vez, de alta incertidumbre.
La primera de ellas radica en que los helenos logren renegociar sus obligaciones financieras en condiciones de pago aceptables, tanto para sí como para sus acreedores, en plazos y tasas de interés compatibles con mejorar el empleo y el consumo interno.
La otra chance ganadora, relacionada con la anterior, es para los inversores globales quienes pueden comprar hoy activos financieros griegos a precio de liquidación, y de alto riesgo, con potencial ganador apenas la economía griega vuelva a funcionar.
Y ese pronóstico optimista radica en que, según creo, el gobierno del primer ministro de SYRIZA Alexis Tsipras puede obtener mejores resultados para su país que la administración precedente y, por tanto, para los inversores de largo plazo.
Porque la administración saliente del ex primer ministro Antonis Samaras ejecutó fielmente las decisiones de la troika financiera de Europa- (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo) y ello trajo algunos efectos fuertemente negativos para los ciudadanos griegos.
Ejemplos:
Tasa de desempleo general que llega al 52% en la población de entre 15 y 24 años.
La deuda externa asciende a 410 mil millones de euros-más alta que a enero del año 20012 según datos del Banco de Grecia- y supera en más del 200% el producto bruto del país.
Los recursos destinados a pagarla ahogan el consumo y el empleo de manera tal que 23 de cada 100 ciudadanos vive por debajo de la línea de pobreza. (en Europa solo se encuentran peor España, Rumania y Bulgaria).
Por tanto los ciudadanos griegos, hartos de pasarla mal se manifestaron en las urnas por un cambio sustancial de las políticas económicas que rigieron el país durante los últimos años.
Y quieren, dijo el premier entrante Alexis Tsipras al diario Financial Times, “términos de repago que no causen recesión y no empujen a la población a mayor desesperación y pobreza”.
En otras palabras recordó que “los muertos no pagan”, y dejó flotando la amenaza de patear unilateralmente el tablero si los acreedores aplican “manu militari” en vez de sentarse a renegociar.
Por tanto estos últimos están entre el terror y el espanto.
Y ello es así porque si el actual gobierno griego logra renegociar satisfactoriamente sus deudas, otros como Podemos -o similares en Portugal e Italia- podrían ganar poder con demandas similares y que poco alegran a algunos sectores financieros.
Así que por un lado los representantes de Grecia que dicen “no va más” y proponen generar nuevas alternativas para “pagar con crecimiento”
Mientras tanto, en el otro rincón del ring negociador, los políticos representantes de las naciones europeas más desarrolladas se resisten a perder privilegios y temen a la vez da un “mal ejemplo” a otros países deudores.
En resumen nadie quiere más crisis pero aún está poco claro cómo evitar su escalada y, queda claro, solo el futuro indicará qué cartas juega cada quien y como sigue la partida.
Mientras tanto “los países no se suicidan” y las alianzas –como la UE- tampoco.
Por tanto, después de “tires y aflojes” y amenazas cruzadas, algún acuerdo va a llegar entre las partes.
Por eso leo con mayor atención la opinión de Robert Shiller quien destacó a Bloomberg.com el reto de invertir en acciones griegas las cuales, según el Nobel de Economía, están baratas porque “no reflejan el potencial real de sus flujos de caja futuros”.
Mientras tanto el fondo de Bonos Pimco de cobertura Greylock Capital ven una oportunidad en la compra de deuda griega que hoy rinde hoy 16%.
Invertir en Grecia es una oportunidad tan valiosas como el riesgo que se corre al abordarla.
Y, claro está, diversos analistas prefieren invertir en renta variable griega, atadas a un futuro repunte económico, antes que los títulos de deuda pública que puedan sufrir quitas o refinanciaciones de magnitud desconocida.
Por lo tanto, y en ese sentido, vale como ejemplo observar la evolución del “Global X FTSE Greece 20 ETF” (GREEK:US en Bloomberg), fondo de acciones que cayó más del 50% desde abril del año 2014 al 30 de enero del año 2015.