por Gabriel Holand, Especialista en mercados internacionales
Aquellos que consumieron insumos o mercaderías de EEUU, o viajaron al país del norte, gastaron mayores montos de sus monedas domésticas para adquirir iguales cantidades de productos o servicios que en años anteriores en aquél país.
Y esto se debió al fortalecimiento de la moneda norteamericana frente a otras divisas tanto de naciones emergentes como desarrolladas ocurrido durante el corriente año 2013.
Es decir que la revaluación de la divisa fue la responsable del encarecimiento de los productos pero, conviene aclarar, sin atisbo de aumento de precios de los productos “per se”- porque la inflación es realmente un problema muy tenue en la todavía débil economía de EUU.
Pero, por otro lado, ese robustecimiento va en contra de las capacidades exportadoras del país del norte por lo cual una buena pregunta, para importadores e inversores es ¿hasta dónde se debilitará el Green back?
Y vale recordar en el tránsito a dilucidar dicho interrogante que el viento de cola impulsor de la divisa fue, claro está, la señal de la Reserva Federal en el sentido que ya ronda por su cabeza la idea de finalizar con la compra de bonos y la creación de más dinero a partir del próximo mes de setiembre lo cual, además, empujó la tasa libre de riesgo a 10 años desde el 1,6% al 2,6% en pocas semanas.
Pero además desde la economía real se sumaron datos al respecto porque ya que se estima que los bancos están bastante más limpios de malos créditos que hace un año atrás, el mercado inmobiliario últimamente dio señales de recuperación y, al la vez, los índices de desempleo cedieron con bastante consistencia durante las últimas semanas.
Los vecinos ayudan.
Si bien el crecimiento del Producto Bruto Americano fue modesto, hasta ahora, el de algunos otros países industrializados resultó aún más débil. Y tal es el caso de Japón e Inglaterra además de, recordemos, la aguda recesión que aqueja al entero bloque de la Unión Europea.
Más aún el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi indicó seis semanas atrás que mantendrá bajas sus tasas de interés por largo tiempo debido a la profunda crisis productiva y de ingresos que vive ese sector del planeta.
Y se apuró a decirlo porque el anuncio de la FED, relativo disminuir su rito de compras de bonos, disparó los rendimientos de los bonos nominados en moneda euro lo cual poco favor le hace a la deprimida economía de la alianza.
La clave: hasta donde podrá fortalecerse el dólar frente a otras monedas
Parece que ya se tocaron los mínimos de la divisa frente a sus pares globales, y también que pareció algo sobreactuado el aumento de los tipos de cambio de algunos países emergentes, sobre todo en el caso e Brasil.
Por tanto un robustecimiento de 5% -7% del Green back sonó razonable y en línea con las solamente leves mejoras en su economía que se encuentra muy lejos aún de la fortaleza que exhibió en los 90´.
Además, aún con una agresiva política de la Fed. para secar un poco la plaza, pasará mucho tiempo antes que las tasas de interés se alejen de la zona del “cero rendimiento”. Ya el mismo Ben Bernanke aclaró que los tipos de interés se moverán muy poco hasta que la generación de empleo mejore sustancialmente.
Por otro lado cae de maduro que ningún país rico que quiera seguir en esa condición se permitirá tener una moneda tan fuerte que frene su actividad productiva y exportaciones.
Suma a lo anterior que otros bancos centrales, sobre todo de naciones emergentes, vendieron parte de sus reservas en dólares contra su moneda local con el fin de detener la apreciación de la moneda americana y la caída de valor en la divisa propia con el fin de equilibrar los tantos.
Entonces si se toma en cuenta la foto completa de las políticas monetarias vigentes tanto en los mercados desarrollados como en aquellos en etapa de crecimiento podrá pensarse que es corto el camino restante para que el dólar americano siga apreciándose.