por Gabriel Holand
La estrategia
Prefiero elegir activos de renta fija, con oportunidades que devenguen interesantes rendimientos, como si se hiciera un plazo fijo a mediano plazo. Y esperar con una porción en cash, hasta ver señales que indiquen que el mercado accionario alcanzó mínimos, para comprar algunas perlitas que muestren satisfactorias perspectivas de ganancias.
Dólar y precios
Conviene recordar que el valor del billete verde trepó casi el doble que la inflación en el último período; por ende, en algún momento el índice de precios quizás quiera «recuperar» la diferencia. Conservo en pesos solamente el monto estimado para hacer frente a las obligaciones en moneda doméstica durante el próximo semestre (por ejemplo, alquiler, impuestos, salarios).
La cartera sugerida
El portfolio queda conformado de la siguiente manera: 10% en plazo fijo del Banco Nación en UVA a 90 días; 10% en nonos ajustables en pesos a tasa Badlar. (por ejemplo, CABA 2020 que rinde 62,55%, o Provincia de Bs.As. 2022, con 62,47%). Si caen las tasas de interés se puede tener alguna ganancia adicional por el aumento en los precios de los bonos en el corto plazo. El 30% en Bonar 2020, deuda nominada en dólares que rinde 9,41% y vence en octubre del año 2020; 10% en Bonar 24, deuda nominada en dólares, que rinde 11,5% y que en mayo comienza a devolver el 16,66% del capital, cuota que se mantiene anualmente, bajando así la exposición de capital. El 30% en Bono Soberano de Brasil, con vencimiento en 2024: rinde 4,5%, en un entorno más favorable que el nuestro, ya que la deuda brasileña es baja en dólares y, además, tiene reservas por alrededor de US$350.000 millones. Y 10% en cash, a la espera de sentir que el mercado accionario» tocó piso» y evaluar entonces la entrada a acciones como Globant y TGS, por ejemplo.
Nota original publicada en Diario La Nación del 2 de diciembre de 2018