¿Cómo es el portafolio de Gabriel Holand?

por Gabriel Holand para Diario La Nación

El esfuerzo del país no será menor

La pregunta que se hacen los inversores es si las facilidades crediticias acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzan para modificar las estrategias de inversión conservadoras. Por lo menos conviene decir que, aun faltando cuantificar el impacto total en la economía de la «letra chica» de los acuerdos, el esfuerzo económico y político a realizar por nuestro país no será menor.

Entonces, vale recordar tres vectores que se presentarán en el escenario durante los próximos meses: 1) Menor consumo, por caída del salario real frente a la inflación. 2) Mayor crecimiento de precios de productos y servicios. Por traslado a precios de las devaluaciones ocurridas y los previsibles aumentos salariales a renegociar. 3)Dólar flotante, con intervención del Banco Central (BCRA) solamente en caso de emergencia, si se respeta lo acordado con el banquero de última instancia. Esto implica que la moneda americana resguardará el capital de la inflación.

Apuesta a bonos y fondos de inversión

Con este entorno, la apuesta a los activos bonos/fondos de inversión nominados en pesos tiene sentido solamente si se aplicarán a capital de trabajo, es decir cancelar obligaciones en pesos como pago de salarios, mercaderías producidas localmente, impuestos y servicios. Y a quienes aún quieren mantenerse en el carry trade de Lebac, que por 30 días paga más de 3% mensual, les conviene recordar que, en principio, la próxima licitación de 19 de junio es la ultima en la que pueden participar los particulares, quedando reservado ese activo a los bancos para las licitaciones posteriores a esa fecha. Y, por el lado de otros bonos nominados en moneda doméstica, nada luce suficientemente atractivo hasta ahora como para correr el riesgo cambiario inherente.

El dólar sigue siendo el refugio predilecto

Entonces nuestro amigo, el dólar estadounidense, sigue siendo el refugio por excelencia. Y en ese sentido conviene tener en cuenta que las Letes en dólares a enero/febrero 2019 rinde 4,9% anual. Mientras tanto un Bonar24, sujeto a subas y bajas de precio, rinde apenas 1,5% más de tasa anualizada. El primer activo es bien corto y con buen rendimiento. ¿Valdrá la pena comprar bonos más largos por algún spread adicional? Solo el tiempo lo dirá. Pero con las Letes sabemos cuanto cobraremos, y en períodos de exposición reducidos.

Bonos útiles para los que son arriesgados

En cuanto a los bonos mas largos, como el Bonar 37 o 46, rinden casi 10%. Solamente resultan útiles para aquellos inversores arriesgados que vean una recuperación rápida del mercado argentino, con la consiguiente suba de los precios de estos activos y que estén dispuestos a esperar si su pronóstico tarda en cumplirse. En relación con las acciones, que fueron muy golpeadas durante las últimas semanas, siguen existiendo empresas con valor para tener en cuenta. Entre otras, podemos mencionar a Cablevisión, TGS, Pampa, Banco Galicia y francés. Pero claro que, la renta variable esta mas atada aún a que la implementación de los acuerdos con el FMI se implemente exitosamente.

Un mercado que estuvo lejos de volar

En ese sentido, el día inmediato posterior al acuerdo, el mercado estuvo lejos de volar. Subieron acciones y, menos, los bonos, mas que nada recortando bajas anteriores. Parece que el prudente «esperar y ver» es un sentimiento predominante aun en los inversores minoristas. La cautela parece haberse adueñado de estos inversores por estos días, donde la volatilidad sigue siendo alta.

Publicado en la edición de La Nación del 10 de junio de 2018

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