Ensayo basado en el libro “Economía internacional Teoría y Política» de Paul R. Krugman, M. Obstfeld y M. J. Melitz

por Gabriel Holand

Tema General:  Introducción. Capítulo 1

Indican los autores que “el estudio del comercio y las finanzas internacionales es donde empezó la disciplina de la economía tal y como la conocemos hoy en día”.

Y destacan también que esa temática hoy en día alcanza mayor importancia que nunca. Así mismo atribuyen esa realidad a que, actualmente, los vínculos entre los países se encuentran mucho más entrelazados que durante otros periodos históricos a través de determinados factores claves:

  • el comercio de bienes y servicios
  • los flujos de dinero
  • las inversiones en las economías de los demás países.
  • Destacan así mismo la turbulencia de los tiempos que corren, básicamente por lo repentino de los cambios que se producen en el escenario global.

Sobre el particular me gustaría menciona dos factores, entre tantos, de semejante cuadro.

Tal vez el principal detonador fue la crisis financiera iniciada en el año 2007 que, a poco de andar, repercutió en la economía del planeta.

Al inicio de la crisis financiera global, cuyos efectos duran hasta hoy, existieron al menos tres escenarios de desarrollo. 

  • Que fuera una crisis de adecuamiento. Un ajustarse el cinturón o ponerse la faja de liquidez. 
  • Tal vez que la economía global entrara en un ciclo recesivo cíclico en donde el crecimiento de Europa, China e India (con una clase media consumidora de 300millones de personas) no llegue a balancear una eventual disminución de la locomotora consumidora estadounidense. 
  • O, más lejos, aunque se modificaran las estrategias, las reglas de juego y la forma de operar del mercado de USA y el Mundo.

Este escenario, a diferencia de los dos anteriores, sí implicaría un cambio geopolítico.

Y parece que esta última hipótesis es la que se está cumpliendo actualmente. Todo ello a la luz de situaciones como el Brexit, Trump en USA, etc.

Por ende, podemos definir la actual crisis global como sistémica, y decir que es tal debido a que fallan parte de las estructuras y fundamentos económicos sobre las cuales está funcionando la sociedad planetaria.

Así que durante los últimos diez años estamos observando una sumatoria de pérdidas económicas nunca vistas hasta ahora que, con efecto dominó, hace polvo parte de la riqueza acumulada por las naciones y personas (y a la vez la concentración de los ingresos globales en cada vez menos manos).

 Junto a ello, los Bancos Centrales del Mundo, sobre todo la FED y el BCE, entregan al sistema financiero centenares de miles de millones de dólares que pertenecen a los ciudadanos para proveer indispensable liquidez a un agujero negro que no se sabe dónde va a terminar.

 Dicha provisión de liquidez es necesaria “simplemente” para que los bancos abran sus puertas día a día y las economías de las personas y países puedan seguir funcionando.

 Repasemos algunos datos de esta realidad.

 El plan del Tesoro de USA por el cual se hizo cargo de las hipotecas y sus derivados ilíquidos o incobrable requiere de 700.000 millones de dólares (1), algo así como el Producto Bruto Argentina de 1,5 años.

Luce como una forma de patear la pelota para adelante, sin resolver el problema de fondo que es la gigantesca deuda de esa nación y que pagaremos los contribuyentes de este mundo globalizado.

Ejemplos:

  • Las pérdidas globales por sub prime (hipotecas impagas) y sus derivados financieros alcanzaban los 500 billones de USS a Julio 2008, y se estima que pueden llegar a 1Trillon de dólares (2), algo así como tres veces el PBI de Argentina. 
  • El costo de rescate de los gigantes hipotecarios en USA, Fredie y Fannie, ronda los 200 billones de dólares. (3) 
  • El organismo semi- estatal de USA llamado FDIC, que garantiza los depósitos líquidos de los particulares hasta USS 100.000, requirió una urgente capitalización pues sus recursos financieros se encontraban sus necesidades fueron USS 143 billones de dólares. (4) 
  • El “rescate” de AIG, la mayor compañía aseguradora de EE. UU. involucrada en los planes de retiro y pensión de las personas implicó disponer de 70 billones de dólares. (3) 

Algunas de las causas de lo sucedido podrían buscarse en” El desbalance en la balanza comercial y financiera de EE. UU., y las políticas de mercado ultra liberales adoptadas en ese país, a partir de 1980, luego de años de Neokeynesianismo” (CNRS-France).

 La aplicación de aquellas políticas extremistas de mercado llevó a la economía de ese país por un difícil camino que ocasionó menor inversión interna en activos físicos (maquinarias, etc.), con crecimiento de importaciones y consumo a niveles nunca vistos. También con el correlato del mayor endeudamiento de las familias americanas que cambiaron el ahorro por consumo.

 Basta observar que, al inicio de la crisis, mientras la tasa de ahorro de la Euro zona llega a casi el 22% del ingreso nacional y la de China al 56%, en USA alcanza apenas al 10%.

Así mismo el déficit de la balanza comercia de este último país llegó en 2006 al 6% del PBI, comparado con el 1% del año 1980.

Y de esta manera EE. UU. vio diluir también su renta interna, que fue a parar a empresas y accionistas del exterior, ya que las corporaciones se ubicaron en países con insumos y mano de obra más “baratos”. Complementariamente se pagaron ingentes sumas en concepto de intereses a inversores de todas partes del mundo.

Por ejemplo, a China, que atesoraba a junio de 2008 más de 440 billones de dólares en bonos del tesoro americano, gran parte en Fannie Mae y Fredi Mac.

Queda claro, que, para mantener semejante nivel de consumo y servicios dentro de USA, fue necesario dirigirle enormes masas de crédito de todo el mundo, por supuesto, ya que las economías “abiertas” requieren más recursos financieros que las basadas en su propio crecimiento.

 Por lo tanto, la génesis del problema, detrás de la explosión de las hipotecas subprime y la crisis de crédito, es el insoportable nivel de endeudamiento generado en USA, en su doble papel de gran deudor financiero, prestamista y consumidor de mercancías del mundo.

Basta recordar los años 80 en nuestro país, del “deme dos”, las importaciones baratas y su correlato: la gigantesca deuda externa generada entonces.

Para cerrar el círculo, recordemos que el dólar es la moneda de transacción en las finanzas comercio y reservas internacionales. Con lo cual, quien maneja esa moneda, el Tesoro de USA, de alguna manera controla el precio de las tasas internacionales de interés, tanto como el precio de insumos vitales como el petróleo y también la tasa de cambio con relación a otras divisas.

Y el esquema comercial y financiero pareció funcionar hasta ahora debido a las históricamente bajas tasas de interés y el incesante consumo del “cliente americano”.

Pero generó como contrapartida una madeja de arriesgados negocios, cruzados internacionalmente que, al temblar su mercado consumidor objetivo, conmueve a todo el mundo.

Y llegada la explosión, la FED y el BCE mandaron a la caballería.

Como se dijo, liberaron y lo siguen haciendo, ingente cantidad de liquidez, socializaron las pérdidas y eligieron a quien salvar y a quien dejar caer.

 El objetivo es clave: que no haya “corrida de depósitos “en los grandes bancos comerciales.

 Como se ve, y a diferencia de la crisis del 29, hoy hay bancos centrales que pueden abrir la canilla con recursos enormes, pero no infinitos.

 En definitiva, está llegando a su fin es un modelo en el cual un país, EE. UU., sea la locomotora única del mundo, solo como un gigantesco shopping donde comprar y consumir sea el mandato bíblico, a cualquier precio.

Y que probablemente deba replantearse su modelo de crecimiento y acumulación volviendo en parte a potenciar su crecimiento productivo interno, reduciendo sus importaciones para mejorar la salud de las cuentas públicas.

Y del lado de los proveedores de la economía americana, o sea el resto del mundo, se reacomodan las expectativas de crecimiento y rentabilidad, para el próximo decenio, en el cual la “nueva normalidad” de tasas de crecimiento son y serán sensiblemente menores a las de los últimos 25 años.

Me parece que no es el fin de la economía globalizada o de los Estados Unidos o “del Imperio”, este concepto parece más una expresión de deseos de quienes lo dicen, que una realidad tangible.

Si, deberán revisar sus teorías aquellos que creían que “la mano invisible del mercado”, o su prima hermana la teoría del “derrame” de la riqueza de los sectores de mayores ingresos hacia el resto de la sociedad resolvería los problemas de la economía y el Ingreso de las personas.

Luego continúan los autores señalando la creciente importancia económica de las relaciones económicas internacionales, y para ello se apoyan él os datos de importaciones y exportaciones de EE. UU.. Y la característica más destacable resulta ser “la tendencia positiva a largo plazo de ambas variables: el comercio internacional se ha triplicado en importancia respecto al conjunto de la economía” …y aunque tanto las importaciones como las exportaciones han crecido, las importaciones han aumentado más, provocando un gran exceso de importaciones respecto a las exportaciones. ¿Cómo puede Estados Unidos pagar todas estas mercancías importadas? La respuesta es que el dinero se obtiene de grandes entradas de capitales, dinero invertido por los extranjeros dispuestos a participar en la economía estadounidense”.

Por lo expuesto en el libro, reflexiono acerca de cuál es el impacto en el mundo ante el crecimiento de los tipos de interés en EE. UU..

En consecuencia, vale recordar, el banco central norte americano –la FED- mantiene muy bajas sus tasas de interés en relación con los promedios de los últimos 21 años. De esta forma el costo del dinero fijado por la autoridad monetaria se mantiene alrededor del 1,25%.

Y ello es un piso del costo financiero para la mayoría de los países del mundo, los cuales deben sumarles su propia prima de riesgo para ofrecer un tipo de interés atractivo que les permita aptar fondos en los mercados globales.

Y dicha moderación en la remuneración al capital por parte del banco central norteamericano, claramente, tiene su origen en la debilidad de la evolución económica y financiera, local y mundial, reflejada en el desplome de los volúmenes y precios transados en el comercio internacional, menor consumo, ofertas de empleo y crisis políticas.

 Y en relaciona a EE. UU. en particular, el despegue de la economía es lento, los salarios son más bajos que antes de la crisis y la distribución del ingreso profundiza la desigualdad, situación que para algunos facilito el triunfo de Donald Trump.

Tal vez por ello Mohamed A El- Erian –asesor económico del ex presidente Obama-sostuvo tiempo atrás que “hoy en día, ya no es inusual sugerir que Occidente podría persistir en un equilibrio de crecimiento de bajo nivel por un período inusualmente prolongado”.

Y mostremos con un ejemplo como pueden relacionarse los cambios en el comercio internacional, baja en el precio de los commodities, cambios en las tasas de interés y el valor de las monedas, con el siguiente ejemplo.

Asumamos que se requiere una tonelada de acero y diez barriles de petróleo para fabricar un automóvil. En el año 2003 la suma de esos insumos era de USS900, es decir el 5% del valor del producto terminado que tenía un precio final de USS16.000.

Luego, en al año 2013 el costo de las materias primas necesarias para fabricar dicho vehículo aumentó a cerca de $ 2.000, aproximadamente el 10% del coche, cuyos precios como se ve habían crecido en menor proporción Por lo tanto hacía falta vender el doble de automóviles para recuperar el costo de igual volumen de materias primas.

Es decir que, manteniéndose el poder de compra, el alto valor de las materias primas es un elemento dinamizante que lleva a mayores ventas y crecimiento

Y la otra cara de la moneda indica que la baja actual en los precios de dichos insumos se debe, sobre todo, a menor demanda agregada, lo cual acompaña la fuerte baja en los volúmenes comercializados por los países.

Hecho que se hace particularmente más grave si se hace lugar al comentario de la obra relativo a que “la diferencia entre las importaciones y las exportaciones es un indicador de otra faceta de las crecientes relaciones internacionales, en este caso, los crecientes vínculos entre los mercados nacionales de capitales”.

Agrega que “importaciones como las exportaciones disminuyeron bruscamente en 2009. Esta fuerte caída refleja la crisis económica global que empezó en 2008, y nos recuerda las estrechas relaciones entre el comercio mundial y la situación general de la economía mundial”.

Y pienso ¿Cómo impacta el Brexit en este contexto? ¿Por qué tanto deseo separatista?

Es importante recordar que los acuerdos comunitarios permiten desde hace tiempo la entrada de trabajadores provenientes de los países menos desarrollados de la UE, a quienes se debe en teoría permitir el acceso al mercado laboral en igualdad de condiciones que, en este caso, a los ciudadanos británicos. Por otro lado, suman mano de obra los refugiados de Medio Oriente y África que se esfuerzan por alcanzar las costas británicas.

Ambas fuentes de mano de obra, en parte, compiten con los nativos, guiándose el descontento por ello a la pertenencia de la alianza.

Por otro lado, el RU, quien posee el segundo PBI de Europa atrás de Alemania, resulta atractivo para quienes buscan trabajo, porque, se recuperó más rápidamente y mejor de la crisis económica global que el resto de Europa.

Todo ello lleva a que un sector importante de la ciudadanía británica se cuestione la permanencia en la UE.

Para el Banco de Inglaterra la pertenencia a la UE actuó como impulso para la economía, dotándola e mayor competitividad y dinamismo. Pero otros sostienen que semejante dinamismo se debe a la reforma tributaria realizada en época de M. Thatcher, antes que por la sociedad europeos.

Y, en lo que vale para señalar la interrelación del comercio internacional, es que el Brexit llevaría a la caída del volumen del comercio británico, sobre todo para sus exportaciones que llegaron a crecer 55% gracias al pacto, con las consecuencias relacionadas en el mercado laboral,

Otros analistas, sin embargo, opinan que las exportaciones inglesas se mantendrán y, al igual que China o Japón, Inglaterra administrara sus relaciones comerciales con el resto del mundo sin mayores problemas.

Para la gobernanza europea las noticias tampoco son buenas, ya que dejaran de contar con los USS12billones que los ingleses aportan puntualmente para atender gastos comunitarios.

Pero, claramente, la situación es riesgos y agrega incertidumbre a la eurozona que, además, carga con errática política monetaria, realidad de refugiados del MO y África, más las dificultades propias de economías como la italiana, griega o portuguesa, por mencionar algunos casos.

En otro párrafo los autores plantean un concepto desafiante, según ellos si las relaciones internacionales han pasado a ser esenciales para Estados Unidos, son aún más cruciales para otros países. … Estados Unidos, debido a su tamaño y diversidad de recursos, depende menos del comercio internacional de lo que dependen casi todos los demás países. El comercio internacional es incluso más importante para la mayoría del resto de países que para Estados Unidos.

Desde mi punto de vista semejante afirmación, además de “imperio céntrico” merece un análisis político. Porque mas allá de las estadísticas, la dependencia norteamericana actual del flujo de importaciones, sobre todo, resulta esencial.

Y ello es así tanto para el intercambio de bienes y servicios como, esencialmente, la recepción de capitales que le permite financiar un nivel de consumo y déficit fiscal sin precedentes históricos en esa nación.

Desde ese punto de vista vale la pena repasar el estado actual del conflicto sino-estadounidense, que tiene visos de acelerarse.

Desde hace muchos años se acusan mutuamente de manipulaciones que tienen como objetivo mejorar las capacidades competitivas de los respectivos países en el comercio internacional.

En ese sentido Washington argumenta que Beijing mantiene artificialmente bajo el valor de su moneda para poder exportar más productos al mundo; mientras tanto China argumenta que el valor de su moneda es el correcto ya que ha sostenido el valor de paridad internacional del Yuan devaluándolo desde el año 2005.

En mi opinión el fondo de la cuestión es claramente político: 

  • Beijing tiene suficiente dinero en efectivo como para soportar las presiones de Norteamérica. En voz baja los funcionarios chinos comentan que probablemente revaluarán el Yuan, pero en el momento y el porcentaje que consideren oportunos; en otras palabras, que no se dejarán presionar por Washington. 
  • Mientras tanto en EUU el Congreso quiere imponer sanciones comerciales a la potencia asiática para defender las exportaciones norteamericanas, mientras su Tesorería analiza profundizar la denuncia contra China como “manipulador” del Yuan ante los organismos comerciales y financieros internacionales y, a la vez, imponer barreras comerciales generalizadas a otros países.

Sin embargo, las cosas están poco claras y hay intereses cruzados en una y otra potencia, que dificultan alcanzar un final negociado acerca del tema en cuestión.

¿Porque China piensa revaluar el Yuan?

Hasta el año 2005 China logró mantener su tipo de cambio débil frente al dólar americano con una estrategia tan simple como efectiva: vender en el mercado Yuanes y comprar dólares estadounidenses (Ej.: comprando bonos del tesoro americano). Y Beijing adoptó esa actitud para mantener la competitividad de sus exportaciones destinadas a los países de occidente, sobre todos EE. UU. Por supuesto que la otra cara fue el encarecimiento de los bienes de los productos importados que consumían los ciudadanos chinos.

A partir del año 2005 Beijing permitió que su moneda empezara a revaluarse frente al dólar, de manera tal que el tipo de cambio Dólar / Yuan descendió más del 18% entre el año 2005 y 2008.Sin embargo desde la crisis del año 2008 China “congeló” el re valuación de su moneda frente a la fuerte devaluación del dólar. Y el yuan se mantuvo fijo frente al dólar desde entonces.

Porque sabiamente y para defender su economía durante la crisis del 2008 China detuvo la flotación de su moneda, y por lo tanto todo atisbo de apreciación de la misma, lo cual disminuyó el impacto negativo que tuvo la recesión global en su Balanza Comercial.

Entonces la pregunta que cabría hacerse sería: ¿Por qué China permitiría ahora el revaluación de su moneda? 

  • La política económica china instrumentada durante la crisis del año 2008, y aunque actualmente está en etapa de cambios, se estructuró mirando hacia adentro, es decir promoviendo el consumo interno; y para seguir esa estrategia actualmente Beijing necesita un Yuan más fuerte que reduzca el precio de los productos importados que consume el ciudadano chino. 
  • China tiene una amplia red de socios comerciales (la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, Hong Kong, India, Corea Taiwán) quienes pierden competitividad porque sus monedas se revalúan frente a la debilidad del dólar. A China esta debilidad del dólar no la perjudicó porque Beijing no revaluó su moneda.

Por tanto, los mencionados socios comerciales de China volvieron a presionar a Beijing porque los exportadores chinos se beneficiaron fuertemente de la paridad fija del Yuan frente al dólar debilitado, en detrimento de sus pares asiáticos.

  • El precio de productos de importación, como alimentos y la energía, se encarecieron últimamente lo cual trajo aparejados riesgos de inflación, por lo que resultaría atractivo para las autoridades chinas revaluar el Yuan y así disminuir el costo de las importaciones que realiza el país. 

El Yuan valdrá más

Entonces sería previsible que las autoridades chinas permitieran que el devaluado yuan comience a revaluarse nuevamente frente al dólar estadounidense, tras mantener una paridad con la divisa americana de 6,8 desde mediados del año 2008, y en junio de 2017 llega a 6,77 yuanes por dólar. Por lo tanto, podría resultar estratégicamente conveniente posicionarse para aprovechar la apreciación gradual del Yuan.

Quienes decidan seguir la idea del párrafo anterior deberían tener en cuenta dos riesgos: que no se sabe en que momento ni en que magnitud Beijing permitirá que su moneda se revalúe.

Pero todo se hará de a poco, y en ese proceso el gobierno chino avanzará cambiando el perfil de su economía y acentuando su presencia estratégica en todo el mundo.

 En párrafos siguiente os autores destacan las diferencias “entre cuestiones económicas nacionales e internacionales”.

Y destacan que …”la economía internacional utiliza los mismos métodos fundamentales de análisis que las otras ramas de la economía, porque la motivación y la conducta de los individuos y de las empresas son las mismas, tanto en el comercio internacional como en las transacciones domesticas”

“Por otro lado destacan los siete temas recurrentes en el estudio de la economía internacional:

(1) las ganancias del comercio, (2) los patrones del comercio, (3) el proteccionismo, (4) la balanza de pagos, (5) la determinación del tipo de cambio, (6) la coordinación internacional de las políticas y (7) el mercado internacional de capitales.

Luego plantean el siguiente interrogante ¿No deberán los estadounidenses comprar bienes estadounidenses, siempre que fuera posible, para ayudar a mantener los puestos de trabajo en Estados Unidos? Probablemente, la reflexión más importante de toda la Economia internacional resida en la idea de que existen ganancias del comercio, es decir, que cuando los pases se venden mutuamente bienes y servicios, se produce, casi siempre, un beneficio mutuo”.

“Un error conceptual bastante común es que el comercio es perjudicial si hay grandes diferencias entre países en cuanto a productividad o salarios”.

Por una parte, los hombres de negocio de los países menos avanzados desde el punto de vista tecnológico como la India (4 Capítulo 1 Introducción) suelen mostrarse preocupados por la posibilidad de que la apertura de sus economías al comercio internacional provocará un desastre porque sus industrias no serán capaces de competir. Por otra parte, la gente de las naciones avanzadas tecnológicamente, donde los trabajadores ganan unos salarios elevados, suele temer que el comercio con pases menos avanzados y con salarios inferiores reducir# su nivel de vida”

Sin embargo, para los autores se demuestra que dos países pueden comerciar con beneficios para ambos, incluso cuando uno de ellos es más eficiente que el otro en la producción de todos los bienes, y que el menos eficiente no solo puede competir pagando salarios más bajos.

Sostiene la obra también que el endeudamiento internacional-comercial y financiero- una forma de comercio que resulta mutuamente beneficiosas para los pases: el primero, al intercambiar trabajo por bienes y servicios (Capítulo 4); el segundo, a través del intercambio de bienes presentes por promesas sobre bienes futuros

Personalmente coincido con lo manifestado por los autores, dejando en claro que durante la última década el flujo de fondos financieros globales, antes que una herramienta macro útil para el intercambio de bienes y servicios resulta un vehículo de ganancias excesivas por tasas de interés y comisiones, tanto como un factor clave en el desequilibrio monetario global.

 “El comercio también puede alterar la distribución de la renta entre grandes grupos, como trabajadores y propietarios del capital. Estas preocupaciones han pasado de la pizarra al centro del debate político en el mundo real, ya que se ha ido haciendo evidente que los salarios reales de los trabajadores menos cualificados en Estados Unidos han estado disminuyendo a pesar de que e el país, en su conjunto, es cada vez más rico”

Al respecto un análisis de Citigroup indico hace tiempo que, ante la fuerte concentración de la riqueza en los EE. UU., convenía enfocar los negocios en el segmento más rico de la población, que claramente se vería cada vez más enriquecido a lo largo de los años.

Para ello se destacaba que el 10% de los americanos obtenía el 43% del ingreso nacional y poseía el 57% de la riqueza de ese país.

Seguramente tomando ese ejemplo Thomas Piketty, autor del libro “El Capital en el siglo XXI”, puso foco en el problema del aumento de la desigualdad económica global como factor que traba el desarrollo económico del mundo, amén de las cuestiones sociales y éticas envueltas en él.

Por ello Piketty propone instaurar un impuesto global progresivo sobre el capital (o riqueza) –  que admite «requeriría un nivel de cooperación internacional muy alta y, sin duda, poco realista. «

Por tanto, seria urgente ocuparse de la prevención de desastres como un retorno a niveles de desigualdad no visto desde el inicio del siglo XX en el cual una minoría se convierte en súper ricos debido a, fundamentalmente, a que las fuerzas económicas y políticas redistribuyen caprichosamente los ingresos.

Por otro lado, en “El nuevo orden financiero: el riesgo en el siglo XXI”, el economista Robert J. Schiller propuso un «seguro desigualdad» como una manera de evitar la agudización de la inequidad distributiva.

Por tanto, se podría colegir que, ante tamaña desigualdad en la distribución de la riqueza global, los centros de poder se platean que hacer para que algo cambie, un poco, sin perder sus privilegios.

En relación con el proteccionismo, se sostiene que “si la idea de las ganancias del comercio constituye el concepto más importante de la economía internacional, el aparentemente eterno debate sobre el librecambio y el proteccionismo es el tema más importante desde el punto de vista de la política.”

“Desde la aparición de los modernos estados-nación en el siglo XVI, los gobiernos han estado preocupados por el efecto de la competencia internacional sobre la prosperidad de las industrias nacionales y han intentado, o bien defenderlas de la competencia extranjera imponiendo límites a las importaciones, o bien ayudarlas en la competencia mundial subvencionando las exportaciones. La tarea concreta que más ha perdurado en economía internacional ha sido la de analizar los efectos de estas denominadas políticas proteccionistas y, normalmente, aunque no siempre, criticar el proteccionismo y mostrar las ventajas de un comercio internacional más libre”

Los diferentes puntos de vista en relación con el tema mencionado suelen estar directamente ligados a que intereses respondan sus voceros.

Dicho de otra manera, EE. UU. siempre fue proteccionista fronteras adentro, hasta el momento en que muchas de sus multinacionales se trasladaron a terceros países en busca de mano de obra barata y empezaron a exportar lo producido hacia su propio país.

Esto derivo en su gigantesco déficit comercial y endeudamiento que hoy, al menos en palabras la administración de la Casa Blanca se quiere acotar.

Pero eternamente las potencias productoras de bienes y servicios de alto valor agregado abogan por “fronteras abiertas”, claro que sus productos exportables suelen ser cada vez más caros en términos comparativos con sus importaciones de bienes primarios desde los países en desarrollo. 

Capítulos 10 y 11 ponen de manifiesto que el poder relativo de los diferentes grupos de presión dentro de los países, más que cualquier otro indicador que mida el interés nacional general, es, a menudo, el factor que determina las políticas gubernamentales en el comercio internacional. La balanza de pagos En 1998, tanto China como Corea del Sur tuvieron grandes superávits comerciales de unos 40.000 millones de dólares cada uno”.

“En el caso de China, este superávit comercial no era nada extraordinario ya que el país llevaba varios años con grandes superávits, provocando quejas de otros países, incluyendo a Estados Unidos, que armaban que China no estaba cumpliendo las reglas del juego. Entonces, ¿es bueno tener un superávit comercial y malo tener un déficit comercial? No según los surcoreanos: su superávit comercial fue una imposición derivada de una crisis económica y financiera, y estaban muy molestos por tener que incurrir en dicho superávit. Esta comparación pone de manifestó que el análisis de la balanza de pagos se debe de realizar en el contexto de un análisis económico para poder comprender que» es lo que implica”. 

El análisis que efectúan los autores sobre la preferencia de tener superávits o déficits comerciales merece algunas palabras finales en relación con nuestro país

Porque, mientras existen buenos precios para los productos primarios e importaciones acotadas, es posible sostener un déficit comercial moderado, sustentado por el ingreso de divisas de nuestras exportaciones.

Pero a poco de andar se necesita aumentar las importaciones de tecnología y bienes de capital, que no fabricamos, para continuar la fase de crecimiento económico.

Y allí suelen producirse los denominados “cuellos de botella” por los cuales los productos que exportamos no alcanzan para pagar las mayes compras al exterior, y allí viene la imposibilidad de cumplir con los compromisos, la consecuente devaluación para generar mayores saldos exportables, caída del salario, crisis, etc.

En fin, una parte de la historia argentina de los últimos 70 años.

 

Este análisis corresponde al Trabajo Final del doctorando Gabriel Holand de la asignatura de las profesoras Jorgelina Loza y Agustina Rayes para la Universidad del Salvador.

Fuentes de Información

  • Wall Street Journal. (Septiembre 2008).
  • Fondo Monetario Internacional. (Abril 2008)
  • com. (Setiembre 2008)
  • The Economist. (Septiembre 2008)
  • Suplemento Económico diario “el País de Madrid”. Setiembre de 2008
  • Columnas de opinión de mi autoría- 2008 a la fecha

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