CONVIENE MANTENERSE ALERTA AL FUTURO DE LOS MERCADOS GLOBALES

por Gabriel Holand

Muchas veces los analistas y operadores de los mercados financieros globales se forman ideas acerca del devenir de las bolsas en relación a los precios futuros de las acciones y la probable evolución de las tasas de interés en el mundo.

Y, aun con buenas intenciones y sólidos fundamentos, los estudios y proyecciones olvidan que los sucesos geopolíticos en el mundo se mueven a gran velocidad y usualmente cambian en un santiamén las predicciones más ilustradas.

Un ejemplo de tal situación se refleja en el crecimiento sin pausa de los principales indicadores de los mercados de valores de Europa y EEUU.

En ese sentido cabe recordar que el índice accionario europeo Euro Stock 50 se eleva casi 30% y el S&P 500 americano casi 23% durante el último año.

Semejante empuje alcista tiene como sustento que ciertos factores del escenario macroeconómico internacional – algunos de ellos los menciona Nouriel Roubini en el medio Project Syndicate-muestran mejores signos vitales durante los últimos meses.

Por ejemplo:

  • la crisis fiscal en EEUU tiende a estabilizarse y el riesgo de dificultades de pago para su  gobierno tiende a diluirse.
  • en Europa la contingencia  de una quiebra generalizada del sistema financiero, junto con la fractura de la alianza, amenguan. Y además de observa un tibio rebote de la actividad económica en esa región del planeta
  • la crisis de duda pública en Japón, por la combinación de recesión más deflación, parece controlarse. Y ello debido a  la instrumentación de  una política monetaria agresiva que el primer ministro, Shinzo Abe, considera fundamental para revitalizar la tercera economía del mundo.
  • La existencia de cierto statu quo en los conflictos de Medio Oriente  una  región que, por ahora, resulta vital para el abastecimiento de combustible a los países desarrollados.

Sin embargo los puntos que se mencionan, si bien explican el porqué de la escala creciente que se puede ver  hasta  hoy  en los mercados, para nada garantizan que la “primavera” se mantenga de aquí en adelante.

Y ello porque nuevos factores de riesgo se dibujan en el horizonte geopolítico mundial.

Sin embargo algunos de ellos apenas se mencionan a la hora de hacer las predicciones de crecimiento para las Bolsas aunque  todos  tienen final abierto y, de ocurrir, van a impactar también a las finanzas del mundo.

Veamos algunos de ellos.

Para empezar conviene mencionar la situación en China donde el cuadro de sus finanzas  resulta altamente preocupante.

Tal es así que  hasta la revista  The New Yorker, que usualmente pone mayor  énfasis en  temas extra económicos, instala en su edición del día 3 de abril un extenso artículo que se titula “¿es China el próximo Lehman Brothers?.

Y allí se sostiene – en traducción  extra literal- “la mayoría de los participantes de la economía china reconocen que el boom se termina….el crédito deja de fluir…diversas  entidades financieras se encuentran al borde del colapso y cunde el pánico…

Claro que es solo el punto de vista de quien lo escribe pero otras voces, y desde hace tiempo, rondan el mismo tema.

Luego, al otro lado del mundo, conviene tener en cuenta  que el banco central de EEUU-Federal Reserve- se enfrasca actualmente en modificar su política monetaria lo cual implica el retiro de cuantiosas sumas de efectivo de los mercados. Y ello, entre otros factores, genera fuerte volatilidad en el flujo mundial de capitales  y golpea  el valor de los tipos de cambio de las monedas emergentes.

En resumen los signos monetarios de nuestro continente se devalúan y, si la FED produjera un aumento abrupto de las tasas de interés, se  podría agravar  la salida de fondos desde las economías emergentes hacia las desarrolladas en magnitudes harto problemáticas para las primeras.

Y a la inversa. Si la suba de tasas de la FED , que hoy están en cero y se planifica llevar al 4% recién en el año 2018, resulta demasiado lenta entonces las burbujas de precios  en inmuebles , acciones y commodities pueden seguir inflándose fuera de los límites convenientes.

Y, al salir del continente americano, se ven  los riesgos políticos en Europa que  pueden impactar fuertemente las economías de esa región y extenderse al resto del mundo.

Una señal próxima en ese sentido la constituye la elección de los nuevos diputados del Parlamento Europeo entre el 22 y 25 de mayo y en la cual, hasta ahora, se prevé un avance de los representantes más conservadores opuestos a la Unión Europea.

Además el conflicto entre Ucrania- país que adelanta sus elecciones presidenciales para el próximo 25 de mayo- y Rusia está lejos de terminar.

Más aún. La disputa amenaza extenderse a otros países ex integrantes de la Unión Soviética. Y el balance de poder global parece indicar que ante estos dramáticos cambios de escenario tanto la UE como EEUU lo único que pueden hacer es hablar y opinar pero se encuentran lejos de poder influir contundentemente entre los contendientes.

Mientras tanto los mercados parecen leer otras noticias diferentes a las que se mencionan en esta columna. Y prueba de ello es que la variación abrupta de los activos –volatilidad- se incremente muy levemente mientras las alzas en los precios continúan casi sin inmutarse por los nubarrones de conflictos en el escenario internacional.

Tal vez porque  los grandes operadores apuestan a  que-posiblemente- los riesgos existentes se puedan contener a través de las políticas de los gobiernos y los bancos centrales.

Sin embargo parece prudente para los inversores globales el  ponerse alertas y recordar- como sugiere Nouriel Roubini- que en la crisis financiera global del año 2008  pocos fueron capaces de  estimar el momento y la forma del vendaval en los mercados del mundo.

Publicado en Diario BAE

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